domingo, 27 de julio de 2014

CASABLANCA

Casablanca es una película americana dirigida por Michael Curtiz (1942) que trata del encuentro de un hombre y una mujer en esta ciudad marroquí.

Sus protagonistas son Rick Blaine (Humphrey Bogart) e Ilsa Lund (Ingrid Bergman).

Son dos antiguos amantes que se encuentran en el caos de la guerra. Ella está sentada en una mesa del Café Rick´s, al lado del piano de Sam, disfrutando en silencio de una canción que fue testigo del amor de ambos y que se llama "As the time goes by".
Yo creo que es uno de los encuentros más conmovedores de toda la historia del cine. Los ojos llenos de lágrimas de ella miran con tristeza y dolor a los de Rick, incrédulos, alegres y resentidos...

 Tuvieron una historia de amor en París, que acababa de ser tomada por los alemanes y, por circunstancias, se tuvieron que separar.

Las miradas y las escasas líneas del diálogo hubieran sido suficientes para mostrarnos, con la magia del cine en estado puro, lo que realmente ocurre cuando los opuestos se unen siguiendo la ley universal de la atracción.

Según este ley, todo lo que llega a la vida de una persona es porque ella misma lo ha atraído, es la mente la que la pone en movimiento. Los encuentros no son triviales sino, en cierto modo, dictados por un destino, se encuentran porque se han estado buscando. "Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos" (Julio Cortázar).

  Los polos se atraen, el polo masculino y el polo femenino se atraen y se crea una tensión erótica que libera energía, una energía "nueva". Y es que la vida no es lógica, es dialéctica y sólo el amor puede unir la contradicción, sin amor hay división. El amor une los polos y se forma la unidad.


Ilsa le ama apasionadamente y habría estado dispuesta a ganar el infinito junto a él, de dejarlo todo por amor, de romper la baraja... Pero él no se lo consintió.

Viendo que su generosidad y heroicidad le llevan a renunciar a su propia felicidad para cumplir su misión, la de salvar la vida y dar la libertad a muchos más, se siente profundamente atraída por un ser que complementa su esencia de verdad.



Rick arriesga su vida por la mujer que ama y por el hombre que admira y les ve partir en un avión rumbo a Lisboa.

Él, apresado en su triste destino, se queda en Casablanca y demuestra su amor, honor y lealtad.

Sólo, con un cigarrillo en los labios, jugando al ajedrez sin rival y con un vaso de bebida en la mano.

Forma de actuar genuinamente masculina por la que la mujer se siente atraída de forma irracional, pues es "eso" exactamente lo que a ella de verdad le complementa y le hace sentirse como un ser completo...


Nadie nos ha mostrado mejor lo desgarrador que llega a ser el romper de nuevo la unidad que, por unos momentos, se había vuelto a producir. ¿Será esta la explicación de por qué esta película es imperecedera? Yo creo que sí...










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