sábado, 25 de abril de 2015

DESDE MI RINCÓN

El pasado día 23 de abril, "El día del libro", tuve la ocasión de hablar de mis libros y de firmarlos en "mi rincón" favorito, es decir, en "mi clase", en el lugar que considero un verdadero templo de la palabra. El grupo de personas que me acompañó era reducido, pero de una gran calidad humana y fue delicioso poder compartir con todos un momento tan especial...

Os muestro mi balcón: mis macetas son los árboles de la calle y, al fondo, el monasterio... Ellos son testigos de mis tardes dedicadas a enseñar, potenciar, fomentar, difundir, expandir... y, sobre todo, a "amar" dos lenguas vivas, útiles y prácticas: Inglés y Francés.

El privilegio de poder impartir mi enseñanza en La Casa de los Doctores desde hace 25 años, es algo que no dejo de valorar y agradecer a cada instante, es como vivir un cuento.

Desde aquí, desde este lugar maravilloso, puedo sumergirme por completo en ambas culturas y viajar de forma virtual con la mayor libertad del mundo. Aquí escucho con verdadero placer a mis alumnos más aventajados darme auténticas charlas sobre temas que hemos preparado; cantamos y bailamos; hacemos pequeñas representaciones; tomamos el té; escribimos cartas; jugamos... Pero todo ello con un gran respeto, cariño y admiración hacia lo más sagrado de mi vida: "la palabra".

Sobre la mesita, además de la monada de galleta con la que nos obsequió Miryam (la directora) y de mis libros, están dos ejemplares de Apuntes de la Sierra, revista con la que llevo colaborando más de 7 años y cuya dirección está al cargo de otra gran amiga, Marisa. En el de la flor roja, hablaba en un artículo sobre la preciosa costumbre de entregar un libro y una rosa el día de San Jorge y de su leyenda. En el otro, de Shakespeare, que no nació y falleció el día de San Jorge por casualidad...

El poder mostrar, compartir y trasnmitir todas las cosas que a mí más me gustan es un privilegio que vivo con la mayor intensidad, pues es lo que hace que mi vida sea mágica y que todo cobre sentido. Siempre he seguido mi criterio, he vivido a mi manera y ahora, en la madurez, lo saboreo como un fruto maduro.

Os preguntaréis que dónde está, claro... Es muy fácil de llegar y para ello nada mejor que este cuadro de mi querido amigo el pintor Diego Hergueta.

 Calle Florida Blanca nº 24, San Lorenzo de El Escorial. ¿Cómo se llama el Centro de Idiomas? "Academia Ginés".








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