domingo, 31 de mayo de 2015

EL ARQUITECTO WOOD

John Wood (1704-1754) se trasladó a Bath, ciudad balneario en la que realizó una serie de conjuntos urbanos formados por viviendas unifamiliares que seguían el esquema del palacio inglés, pero reduciendo la escala a nuevas necesidades.

Fue un gran impulsor en el desarrollo de la planificación urbana de Gran Bretaña y se inspiró en las formas de la Antigüedad (como los de su generación) desarrollando el estilo "Neopalladiano" (Queen Square, Prior Park, Paseos de North y South Parade y emprendió el Circus).

El Circus era una amplia plaza de gran dimensión inspirada en el Coliseo de Roma, formada por bloques de viviendas dispuestas en tres pisos con superposición de órdenes en fachada.

Los proyectos de mayor interés los llevó a cabo su hijo, John Wood II (1728-1781), también arquitecto. Una vez finalizado el Circus, construyó el Royal Crescent: conjunto de edificios de forma arqueada con monumentales fachadas de orden jónico, estructuradas en módulos de columnas que abarcan las dos plantas (modelo para otros arquitectos de Bath, Londres y Brighton).

El Circus tenía las mismas dimensiones que el círculo de piedra de Stonehenge y el Crescent parecía una luna creciente. El sol (redondo) es la luz, el conocimiento, la verdad, ilumina el camino; representa al espíriu, la moral y la sabiduría y se complementa con la oscuridad de la media luna.

El sol es el símbolo vivo por excelencia del creador, conservador y regulador. La luna es el principio femenino, la luz reflejada, perioricidad, conocimiento indirecto y progresivo, el agua, sujeto a influencia...Todas estas ideas venían del "Neodruismo" en el que se afirmaba que los druidas eran paralelos a Pitágoras o Platón y se basaban en proporciones geométricas y alineacions astronómicas deístas y panteístas.

Este movimiento espiritual, genuinamente británico, se produjo en su tardío Renacimiento y se basaba en dos cosas que, además de atraerme, me "apasionan": la sagrada geometría y la mitología arturiana...




SULIS MINERVA

Bath tiene manantiales de agua caliente, los únicos de Gran Bretaña. Encontrarse con edificios y baños romanos en plena ciudad es algo realmente sorprendente y, en el acto, te ves como transportada al tiempo de los patricios...

Los romanos fundaron la ciudad bajo el sugerente nombre de Aquae Sulis (las aguas de Sulis), aunque sus orígenes se remotan al tiempo de los celtas cuya deidad, Sulis, se corresponde con la diosa romana Minerva.

En el interior de las termas hay un museo en el que se hallan restos romanos, como el frontón de un templo con la cabeza de una Gorgona (símbolo de protección) y maravillosos mosaicos. En la tienda de recuerdos venden joyería creada con agua de Bath de un precioso color azulado.

Sulis era dadora de vida y mediadora en las maldiciones proferidas por los fieles que acudían a su templo. Se sabe, por los restos arqueológicos, que las llamadas "tablillas de maldición" eran láminas de metal con mensajes para que los que cometían acciones malvadas fueran castigados.


El templo que hay junto a los baños se erigió en 60-70 DC y el complejo termal a lo largo de los 300 años posteriores. El emperador Claudio ordenó a sus ingenieros que trajeran postes de roble dar una base sólida al complejo que incluía un caldarium (baño caliente), tepidarium (baño frío) y frigidarium (baño frío).

Cuando se fueron los romanos (siglo V) los baños cayeron en desuso y quedaron enterrados bajo un constante proceso de sedimentación. La crónica anglosajona sugiere que fueron destruídos en el siglo VI. Fue en el siglo XII cuando Juan de Tours construyó un edificio de aguas curativas en la misma fuente del manantial que provee de agua a las termas. En el siglo XVI el Gobierno constuyó unos nuevos baños: "Queen´s baths", ubicados al sur del manantial. Actualmente el manantial está localizado en el interior de un complejo construído en el siglo XVIII por los arquitectos John Wood (padre e hijo), cuyo estilo siguió la ampliación victoriana.

Me gusta mucho la mezcla de la fertilidad y de la inteligencia, de la intercesión y de la firmeza, de la comprensión y del tesón... que me sugiere al ver a las dos diosas fundidas en una sola.

EL TÉ DE LAS CINCO

El té llegó a Inglaterra a través de Portugal, que lo había descubierto en la India en 1497. Catalina de Braganza  se casó con Carlos II de Inglaterra e impuso la refinada costumbre de la corte portuguesa de tomar el té a las cinco de la tarde así como el uso del tenedor.

 Ana, séptima duquesa de Bedford, una tarde de verano se encontraba un poco desfallecida entre la hora del almuerzo y la cena y pidió una taza de té, pan con mantequilla y unos pastelitos. Más tarde invitó a algunas de sus amigas para que lo compartieran con ella.

Cuando la costumbre salió a la luz pública tuvo una gran aceptación y el concepto de una comida pequeña con exquisiteces empezó a conocerse como el té de la tarde (afternoon tea).

En el siglo XVIII aparecieron los primeros Salones de té en los que se llevaban a cabo tertulias y espectáculos artísticos de diferentes tipos. En 1900 se extendieron también a los grandes hoteles, pues la gente de alto poder adqusitivo se había aficionado a frecuentarles.

En Bath hay en la actualidad varios salones de té, pero voy a destacar cuatro de todos ellos. Simplemente pondré las imágenes, pues un buen salón de té (como una buena librería) nos tiene que sorprender...


"Toda amistad verdadera comienza con el fuego, la comida y la bebida y con la acetpación de la lluvia y la escarcha" (Chesterton)

sábado, 30 de mayo de 2015

ALICE, EL ALMA DE INGLATERRA

Dentro del Story Museum de Oxford nos dirigimos hacia Wonderland... Hace 150 años que salió a la luz el cuento de Alice in Wonderland y vamos a intentar ver el lado más curioso de algunos de sus innumerables personajes, pues muchos de ellos estaban basados en personas reales que rodeaban su mundo.

El Conejo Blanco está basado en el Decano Liddlle (el padre de Alicia) que siempre llegaba tarde y gritaba por los pasillos con el reloj en la mano: ¡llego tarde, llego tarde!"... ("Ya se me hizo tarde. Me voy, me voy, me voy. ¿Lo ves?, ¿lo ves? Ya son más de las tres. Me voy, me voy, me voy").

Alicia, sus hermanas y el autor aparecen representados en la fiesta del té. Lewis es el Dodo, pues al tartamudear pronunciaba su apellido como "Dodo-Dogson"...

El Sombrero Loco se basa en que en el siglo XIX los sombrereros de los talleres inhalaban grandes cantidades de mercurio, lo que les hacía perder la cabeza (Y cuando termines de hablar, ¡te callas!").

El Gato inspirado en la gata que Alicia tanto quería ("Si de veras quieres saberlo, se fue ... por allí. ¿Quién? El Conejo Blanco. ¿De veras? ¿De veras qué? Que se fue. ¿Quien? El conejo. ¿Cuál conejo?").

Lewis Carroll juega con el lenguaje: juega con los sonidos, con los sinónimos y los atónimos, ramifica las palabras y sus significados sin perder de vista el sentido de la narración. Estaba en plena era victoriana, en la que la rigidez, el encorsetamiento y la represión emocional eran habituales. Su personaje, Alicia, surgió como una excusa para que los ingleses pudieran trasladarse y regodearse en otro mundo, un universo donde cabe la caricatura irónica, los cambios de humor, la emoción intensa, el seguir un impulso.

La vida de la Alicia real, la que añora bajo tierra, es el mundo convencional en el que se aburre y sin embargo Wonderland es una realidad onírica en la que nada es lo que parece. El lector inglés se reconoce en el cuento, pues la niña (hija del puritanismo) le permite ironizar magistralmente sobre todas las represiones irracionales que le toca vivir.

Al final, cuando se va a cenar y le cuenta todo a su hermana, ésta, sentada con los ojos cerrados, al escucharla casi creía encontrarse allí, en Wonderland, aunque sabiendo que, cuando los abriera todo recobraría su insulsa realidad.

Termino con un mensaje que ha hecho mis delicias desde mi más tierna infancia: "Hay 364 dias en los que deberías obtener regalos de no-cumpleaños y solo uno para regalos de cumpleaños, ¿sabes?".

MAGDALEN COLLEGE

Es uno de los Colleges que forman la Universidad de Oxford, precioso y muy visitado. Se encuentra al lado del río Cherwell y dentro de sus terrenos hay un parque con ciervos. Addison´s walk (El Paseo de Addison) y la Magdalen College School forman parte del conjunto.

La Gran Torre Magdalen es muy famosa y el coro canta desde arriba la Mañana de Mayo.

En el período de la Reforma (siglo XVI) sufrió, como Cambridge, un confiscación de sus tierras y rentas, pero la influencia del Renacimiento y las enseñanzas de Erasmo junto a Colet, Crocyn y Linaere dieron días de gran esplendor a la ciudad.

Al estallar la Revolución Inglesa y la revuelta civil apoyó a los realistas por lo que el rey Carlos estableció allí su corte, acomodándose también la mayoría de la Cámara de los Lores y un minoría de los Comunes.

Perseguido por el puritano Cromwell, Carlos I afianzó su cuartel general en el Colegio de la Magdalena, cuyos gobernantes le dieron todo el oro, la plata, el cobre y las alhajas de la Instsitución para que pudiese fundir armas. Pero Cromwell tomó el Colegio y decapitó al monarca.

Guillermo Dell llegó a proponer al Parlamento la abolición de las Universidades Inglesas, cuyos métodos resultaban anacrónicos, pero la firmeza de Cromwell, elegido Canciller de Oxford, logró evitarlo. Los Estatutos eran viejísimos, pero la formación de una Escuela de Matemáticas dio lugar a un renovado florecimiento.


En 1850 el Gobierno Británico aumentó y reorganizó el profesorado y se le dotó con cierta esplendidez. Dejaba los estatutos medievales recibiendo una nueva constitución, suprimiendo privilegios y aumentando el número y cuantía de becas. Se desterraron por completo las vejaciones y juramentos tradicionales.
En una reforma posterior admitió a alumnos no adjuntos al Colegio (non adsaipti) reiniciándose un potente renacimiento del mismo.

Tomando uno como referente, nos podemos hacer idea de como son el resto de los Colleges de Oxford, aunque todos tienen sus peculiaridades. Lo cierto es que la modernidad convive perfectamente con la tradición y ambas se complementan logrando que sea un lugar muy atractivo para vivir.

jueves, 28 de mayo de 2015

OXFORD



Cuenta la leyenda que Princesvide (Princess Abbes, Princesa Monja) fundó en la época sajona (sobre el 700 DC) un monasterio donde hoy se encuentra  Christ Church. Al verse acosada por un rey escapó al bosque de Binsey buscando refugio. Su perseguidor fue alcanzado por un rayo que le dejó ciego, pero gracias a las plegarias de ella, recuperó la vista y él la dejó en libertad.

A partir de entonces una pequeña comunidad empezó a crecer alrededor de los muros del monasterio, al lado del vado por donde los bueyes cruzaban el río Támesis, de ahí que los sajones la llamaran "Oxenforda" (vado de bueyes). Al ser la principal ruta comercial entre los reinos sajones de Mercia y Wessex, creció mucho.

A finales del siglo XI y principios del XII era una ciudad en la que estudiaban los que se preparaban para clérigos. Su Universidad es la más antigua de Inglaterra y es mencionada por primera vez en el siglo XII.

Sus primeros Colleges fueron: University College (1249), Balliol (1263) y Merton (1264).

A partir del siglo XII la Universidad fue poblando las calles de estudiantes bulliciosos venidos de toda Europa y crearon fuertes confrontaciones con la gente del pueblo.

La tensión estalló en 1355 cuando un estudiante atacó al mesonero de una taberna. Los miembros de la Universidad tuvieron que quedarse tres días en la iglesia de St. Mary batallando; al fallecer 63 estudiantes y otros muchos ser heridos, el Alcalde fue apresado y la Universidad aumentó su poder.

En los siguientes 500 años el Alcalde y los miembros del Ayuntamiento, como penitencia, fueron obligados a caminar en procesión hasta St. Mary para un servicio anual por el día de la Santa Escolástica.

Hasta 1410 los estudiantes se alojaban en posadas o casas privadas, pero a partir de ese año se requirió que vivieran en los edficios de la Facultad para supervisar sus estudios.

"City of dreaming spires" (Mathew Arnold, poet), por la armoniosa arquitectura de sus edificios.

Henry II (1617) ordenó que todos los estudiantes ingleses que estaban en Paris volvieran y concedió parecidos privilegios a los ciudadanos de Oxford que a los de Londres.

Saber el origen de las ciudades, su nombre, sus leyendas, es como un buen inicio para el acercamiento a su vida cotidiana. Una de las cosas que más admiro de los británicos es el amor que tienen por sus tradiciones, como las conservan y las saben difundir all over the world (por todo el mundo). Tienen su seña de ideantidad, su propia forma de hacer, no se doblegan a modas pasajeras o ideas destructivas. Mantienen con orgullo y con la cabeza muy alta su  propia esencia y eso ¡me encanta!

martes, 26 de mayo de 2015

ALICE IN WONDERLAND

En este asombroso, mítico e imperecedero cuento (de niños y mayores) era la primera vez que, en la literatura infantil, aparecía la niñez descrita y tratada en toda su realidad, sin amaneramientos sensibleros ni puritanismo moralizante. El autor era consciente de que a los niños les encantaban los mitos y los cuentos de hadas y de que poseían una ilimitada capacidad de imaginación que les permitía pasar de lo real a lo fantástico sin el menor esfuerzo.

Tenniel fue su ilustrador y su genio ha quedado identificado con el libro para siempre.

Tuvo un éxito inmediato y hasta la reina Victoria se divertía con su lectura y pedía más obras. Tambien, el jovencito Oscar Wilde era otro de sus fervientes lectores.

La reacción del público fue tan favorable que el autor pensó en una continuación y en 1871 publicó "Alicia a través del espejo y lo que encontró al otro lado", pero al ser más intelectual tuvo más éxito entre los adultos que entre los niños.

En ambos Alicia se adormece y pasa, sin notarlo, del mundo consciente al de su imaginación inconsciente. Sueña con un mundo que es la parodia de su realidad y la caricatura de su personalidad.

El autor se divierte realzando ciertas características personales de la niña, a la que le encantan los dulces, es presumida y tiene tendencia a demostrar conocimientos que no ha asimilado bien. Está muy bien educada y no se enfada más que cuando la provocan excesivamente o está ante una patente injusticia. Adora a su gata, su niñera la impacienta y expresa sus ideas y sentimientos con los típicos gestos de "niña bien"...

Alicia está soñando y nos lleva tras ella por una serie de peripecias increíbles. Su imaginación nos transporta a un mundo de amplias dimensiones.

De una aventura a otra parece que recorremos considerables distancias y luego entramos en las moradas aisladas que regentan sus personajes.

Es un sueño de la razón en el que los disparates de los que intervienen van enlazados por una lógica impecable. Es una deliciosa mezcla de sueño, razón y lógica que le otorga un especial encanto.

Al unir el mundo de los sueños con el de la infancia Lewis Carroll dio una fórmula literaria genial que ha ejercido una influencia decisiva en la literatura moderna.

Me da verdadera pena contemplar a diario como el ser humano actual cierra los ojos a las dimensiones incomprensibles de la realidad y deja que se le escape la frescura infantil entre los dedos. La madurez no está reñida con la capacidad de asombro e ilusión, más bien todo lo contrario...

Como decía Ortega y Gasset, no solo hay que asombrarse sino vivir en "estado de asombro", pues así la vida no deja de sorprendernos y la convertimos en una auténtica aventura...

LEWIS CARROLL

Lewis Carroll en realidad se llamaba Charles Lutwidge Dodgson (1832). Puntilloso y detallista se revelaba solo a medias con el disfraz de la ironía.

Con solo 23 años era profesor de Oxford y su figura era fácilmente reconocible cuando recorría a grandes zancadas las calles y explanadas por las que paseaba con frecuencia. Era muy alto, muy delgado, llevaba ropa anticuada y el pelo más largo de lo normal. Tenía el típico aspecto de un "Don de Oxford".

A pesar de ser sordo del oído derecho (enfermedad infantil) y de tartamudear era un magnífico contador de cuentos.

Creció rodeado de hermanas pequeñas y era muy aficionado a los juegos y entretenimientos (historias inventadas, rompecabezas, juegos de palabras...). Maestro nato, disfrutaba haciendo pensar a los niños y a que utilizaran la lógica. Hacía que todo fuera fascinante y el niño se sentía escuchado. Les consideraba importantes, les solicitaba sus opiniones y les contestaba con respeto y comprensión. Era un compañero entusiasta y divertido en el que no cabía la monotonía...

 En 1855 fallecía el Deán del College y llegó su sucesor, Henry George Liddell, el padre de Alice. Se empezaron a conocer y las visitas, meriendas y paseos se hicieron cada vez más frecuentes hasta que en la tarde del 4 de julio de 1862 ocurrió algo tan mágico que él la llamó "la tarde dorada"...

Duckworth y yo hicimos una expedición río arriba, a Godstow, con las tres Liddell; tomamos el té en la orilla y no regresamos a Christ Church hasta las ocho y media... En esa ocasión les conté el cuento de Hadas "Aventuras de Alicia debajo de la tierra".

A Alice le gustó tanto que insistió en que lo escribiera y gracias a ella hoy podemos contemplar en la British Library el cuaderno de cuero verde que contiene el texto original, escrito a mano, que le regaló su autor en las Navidades de 1864.

 Lo que más me gusta de Lewis Carroll es que combina de forma suprema la fantasía y el humor y su profunda percepción de la psicología del niño; todo ello unido a la lógica de un matemático muy aficionado a la fotografía. Nos abre los ojos a las dimensiones incomprensibles de la realidad, recuperamos la infancia y, a través de su arte, podemos descubrir el espíritu oculto de sus palabras.

Me emociona pensar que la semana que viene estaré paseando por los mismo lugares que él lo hizo y me empaparé de las sensaciones de un lugar tan especial como es Oxford...

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sábado, 23 de mayo de 2015

LOS WATSON

En mi afán de tener el mayor conocimiento sobre todo lo que rodea al universo de Jane Austen, he descubierto un libro que me parece absolutamente maravilloso y que está ilustrado por una artista contemporánea de la que ya he hablado en otras ocasiones: Sara Morante.

Esta joven cántabra, que vivió en Irlanda y ahora reside en el tranquilo pueblecito francés de Hendaya, lleva una vida pausada y armoniosa que le permite dedicarse a lo que más le gusta: "la ilustración literaria". Lo hace muy bien, tiene una sensibilidad exquisita y capta a la perfección lo que la obra le sugiere cuando la va conociendo.

Removió el sector editorial en el año 2011 y dio un giro novedoso y de calidad a un arte que me parece que no se valora en toda su extensión. Siempre se ha mimado mucho a los ilustradores de cuentos, pero no tanto a los de otro tipo de trabajos literarios. Las nuevas editoriales los cuidan mucho, les dan amplios márgenes de libertad creativa y apoyo en cuanto a su expansión.

 Sara no conocía muy bien el mundo de Jane, pero se fue introduciendo con curiosidad y placer y se acabó rindiendo a su encanto. Le habían ofrecido ilustrar "Los Watson", una obra corta e incompleta que su sobrina publicó como "The young sister" a mediados del siglo XIX. Le gustaba mucho descubrir como la autora logra mostrar a sus personajes de manera sutil, dejando caer los rasgos más importantes y haciendo que ideemos qué relación tendrán con la protagonista todos y cada uno de ellos.

Emma, la protagonista, es la hija que ha vuelto a casa de los Watson, la de su familia, después de haber vivido bajo la tutela de una tía riquísima y sus modales no se parecen mucho a los de sus hermanos.

Su tía se ha casado y ella no puede heredar, por lo que tiene que volver al hogar paterno. Se siente un poco distanciada de todos, excepto de Elisabeth, que es quien la recibe y la pone al día de todo lo que ocurre dentro y fuera de casa.

Este personaje tiene rasgos en común con otras de sus protagonistas, como claridad de ideas (al saber lo que quiere y lo que no) y una especie de contención para contentar al mundo...

Al no estar acabada, la novela nos deja con la miel en los labios de la que podría haber sido una gran obra con interesantes personajes, sutil e irónica crítica social y un estilo muy cuidado.

Pero la había comenzado un año antes del fallecimiento de su padre (1805) y luego no la terminó. Sin embargo, había contado a su hermana Cassandra la continuación y el final, lo que supuso una ayuda inestimable para que su sobrina la pudiera publicar. Al final del libro se cuenta un resumen de lo que hubiera sido la novela completa.

 Es un placer para mí compartir con mis lectores los descubrimientos que voy haciendo y dar pistas a los amantes del libro de papel para que no abandonen su pasión por el "rastreo" que a todo buen lector le atrae a la hora de buscar "joyitas" para la biblioteca personal.


martes, 19 de mayo de 2015

MADAME POMPADOUR

Si hay una mujer en toda la Historia de la Humanidad que me fascina es Madame Pompadour. Es el más claro ejemplo de que cuando "la cualidad se encuentra con la oportunidad se produce el milagro". Y es que, esta petite bourgeoise llegó a reinar, de hecho, un país tan poderoso como Francia en pleno siglo XVIII. No voy a hablar de su biografía, no es el lugar, sino de sus importantes aportaciones...

"Maîtrisse en titre" (Amante titular) del "Bien Amado" Luis XV, era una mujer extrovertida, seductora, idealista, con un gran sentido del optimismo y exacerbada pasión por todas las actividades que hacían de ella el centro de atención. Su indiscutible "glamour" la convertía en musa inspiradora del arte y de la cultura. Tanto su personalidad como su exquisito refinamiento la condujeron a ser la verdadera amante, amiga y confidente del monarca durante más de veinte años.


Al no ser noble, el rey la regaló El Marquesado de Pompadour y pudo instalarse como aristócrata en la corte de Versalles. La reina y ella tuvieron una relación magnífica desde el primer momento (tenían los papeles muy bien establecidos). 

Las dos sabían que la pasión se enfriaría, pero había que cuidar la principal enfermedad del rey: "el tedio". Nadie como Jeanne Antoinette Poisson (se verdadero nombre) para organizar, con ayuda del filósofo Voltaire y del poeta Bernis brillantes fiestas donde los manjares se unían con el placer del espectáculo y el conocimiento de personalidades excéntricas.


Mientras decoraba nuevos salones en los palacios, se fue interesando por la política, hasta el punto de que nada ocurría en el reino sin su intervención. Con diestros golpes de timón, supo atraerse a todos los sectores e incluso, ayudada por Voltaire, derrotó a los clericales (lo más hostiles).

En 1752 patrocinó la publicación de L´Encyclopédie Française, obra fundamental por sus proyecciones en todas las ramas del saber.Promocionó  París para convertirla en la ciudad más bella del mundo y, para ello, su tío y su hermano renovaron todos los barrios y la modernizaron. Fomentó la primera Escuela Militar e impulsó con su dinero y privilegios la manufactura de porcelanas de Sèvres.

En 1756 era "Dama de Compañía de la Reina" y la mujer apasionada dio paso a la inteligencia madura tomando a su cargo la administración de los placeres del monarca y evitándole las fatigas del gobierno. En ella descansaban los destinos del reino en un período tan difícil como la Guerra de los 7 años que concluyó con la pérdida de Canadá y otras colonias y el naufragio enconómico que atravesaba el país.

A pesar de que eran famosas sus litografías, su riquísima biblioteca y sus múltiples colecciones artísticas, dotaba a doncellas pobres y reconstruía pueblos enteros. Los artistas y artesanos se beneficiaron de su buen gusto y de su inmenso amor por "el arte". También su afición a las artes decorativas dio lugar a poner su nombre a un estilo suntuoso pero sobrio que tipifica una época frívola no exenta de sensibilidad.


Diderot, el encilopedista por excelencia, era otro de sus protegidos y hasta el turbulento Rousseau acabó por rendirse. Quensay, autor de la famosa máxima: "laissez faire, laissez passer, le monde va lui-même", formaba parte de su círculo.

Grabó delicadas escenas que se conservan que denotan un espíritu sutil y equilibrado además de un elegante sentido estético. 

Llevaba la creatividad corriendo por sus venas y poseía un fascinante don para conseguir todo lo que se proponía ya que la seguridad en sí misma y su altivez imperativa estaba enmarcada en una gran delicadeza. Todo ello hacía que cualquiera se rindiera a sus pies.

Fallecía con 42 años en su apartamento de Versalles. Después de una misa sus restos recorrieron todas las calles de París y fue enterrada en Los Capuchinos de la Plaza Vendôme. El rey, desolado, no reaccionó, se iba para siempre su más querida y fiel amiga, pero su espíritu permanece entre nosotros.

"Madame Pompadour" es la esencia de Francia y fue capaz de crear un estilo cuyo sello está vigente y es sinónimo de "elegancia y seducción femeninas"

sábado, 16 de mayo de 2015

MADAME DE STAËL

Enemiga de Napoleón y "Baronesa de la libertad", lo que más me atrae de esta gran mujer es la confianza que tenía en sí misma y la tranquilidad con la que se manifestaba sin dejar que el menor convencionalismo la coartara.

Inteligente y muy realista, no se le ocurrió reclamar en aquél momento los derechos políticos de la mujer, pero sí que se reconocieran sus méritos más allá del papel de esposa y madre.

Creía que la inteligencia femenina era tan potente como la masculina y que, además, estaba dotada de una sensibilidad superior. Por eso, era necesario que recibiese una educación igual que la de los varones y que la relación hombre-mujer se desarrollara en un plano de igualdad. Se pasó la vida buscando "el amor absoluto", pero no lo encontró...

Vivió entre la segunda mitad del siglo XVIII y la primera década del XIX y, aunque su origen era suizo, fue considerada francesa. De su madre heredó la pasión por la literatura y frecuentaba, desde muy pequeña, el salón literario que había en su casa al que asistían grandes filósofos y personas muy destacadas.

En realidad fue una intelectual que intentó unir la razón ilustrada y la atronadora fuerza que comenzaba a cobrar el sentimiento, una fusión en que las ideas de Voltaire y d´Alembert quedaban fusionadas con el núcleo de los escritos de Rousseau.

"Hay razón en el entusiasmo y entusiasmo en la razón, siempre y cuando tanto una como el otro surjan de forma natural".

Me encanta y me reconforta su actitud tan entusiasta y emprendedora y su proclamación de que la libertad es la única vía posible para obtener la felicidad (tanto en lo político como en lo personal)

Se casó con el Barón de Staël en 1786 y decía de él: "es un hombre perfectamente honesto e incapaz de decir o hacer la menor tontería, pero sin el nervio necesario como para atreverse a inmiscuirse en mi auténtica felicidad, me respeta demasiado".

jueves, 14 de mayo de 2015

ELISABETH VIGÉE-LEBRUN

Elisabeth Vigée-Lebrun es la mejor pintora francesa del siglo XVIII y éste es uno de los veinte autorretratos que realizó. En un viaje a Amsterdam, que llevó a cabo con su marido en 1781, pudo contemplar con detenimiento un cuadro de Rubens ("Sombrero de paja") que captó toda su atención. Ese juego de luces (directas e indirectas) hecho de un modo tan exquisito la llevó a hacer su propio y original experimento, algo que no estaba al alcance de la mayoría de sus contemporáneos pero que ella consiguió.

Creó su estilo de relación entre el sujeto humano y su ambiente. La figura no solo posa sobre el fondo de un paisaje, sino que resplandece al aire libre. La frescura es su tipo de reclamo sensual preferido y nadie la superó en interpretar el esplendor de mujeres jóvenes y felices.

Llegó a convertirse en la pintora favorita de la reina María Antonieta y gracias a su influencia entró en 1783 en L´Académie Royale de Peinture et de Sculture, donde no fue muy bien recibida por la imposición real. El mismo día eligieron, siguiendo los cauces normales, a Adélaide Labille-Guiard.

Paradójicamente, fue la Revolución Francesa de 1789 la que rechazó a las mujeres, tanto a las que la apoyaban como a las que no. Ellas afirmaban que, al final del Antiguo Régimen (Absolutismo) eran las mujeres las que reinaban, las que habían adquirido un papel muy preponderante en la sociedad y, sin embargo, eran "los avanzados ideológicamente" quieres las destronaban...

Es a principios del siglo XIX cuando las corrientes más importantes de pintura abandonan la gracia y el buen gusto para dar paso al viril neoclasicismo y al incipiente romanciticismo. Se pierde la delicadeza genuina, la sensibilidad y el toque emotivo y el arte empieza a dacaer y a entristecerse. Es como si la luz que las pintoras  fueron capaces de captar y reproducir, se intentase cubrir con un sutil velo gris que las ensombreciera...

Es una verdadera pena que se las haya olvidado de tal forma que ni siquiera las conozcamos en el momento actual, cuando fueron las que marcaron la pauta y las que dieron el paso evolutivo que tocaba dar. Es hora ya de poner a cada uno en su sitio y de mostrar de nuevo todo su esplendor.

Desde aquí mi homenaje a estas dos fantásticas mujeres que fueron fieles a su vocación y no se dejaron doblegar por nada ni por nadie. Ellas nos han legado arte auténtico y genuino y, como tal, imperecedero...




martes, 12 de mayo de 2015

LAS PRECIOSAS

En los dos siglos que precedieron a la Revolución Francesa (1789) se creó un espacio entre la Iglesia y el Estado, un espacio privado en el que la sociedad civil se reunía, lo que favoreció el entendimiento entre hombres y mujeres. Intentaban alcanzar un ideal de civilización en el que términos como sociabilidad, ingenio o gracia se desmoldaban a través de "la palabra".

La conversación iba adquiriendo una enorme importancia y, en ella, se intentaba conjugar la ligereza con la profundidad, la elegancia con el placer, la búsqueda de la verdad con la tolerancia y, sobre todo, un gran respeto. Madame de Rambouillet (1618) inauguró en París el llamado "Salón Azul", concebido como un refugio del mundo; en él se podía olvidar la crueldad y se filtraban la violencia, el desorden y la zafiedad que se respiraban en el ambiente de la calle.

 El Salón nació como un puro entretenimiento, como un juego destinado a la distracción y el placer recíproco, pero obedecía a leyes estrictas que garantizaban la armonía en un plano de igualdad. Eran leyes de claridad y mesura, de elegancia y consideración. Llegaron a convertirse en "salones literarios", en los que la mujer era el personaje central y la conversación el eje civilizador. Se trataba a la palabra como si fuera un instrumento musical que, como la música, provocaba armonía y bienestar.

En 1620 surge el término de "Las Preciosas" (Les Prétieuses) para designar a unas mujeres que eran modelo de "feminidad". Tenían la obligación educativa de llevar a cabo la politesse (buena educación) a su grado más elevado. También tenían una misión civilizadora que realizaban con una autoridad llena de sensibilidad . Se convirtieron en guardianas de un patrimonio de signos que servían como código de reconocimiento de una élite y en garantes de la lengua, ya que no estaban contaminadas ni por el pueblo ni por los eruditos. Hicieron del uso de la palabra todo un arte. Ellas ganaron (de hecho) la autoridad de  dictaminar sobre la primera de las Instituciones en las que se apoyaba el Estado: "La Lengua".

 A ellas les debemos la palabra con espíritu (esprit), es decir la que refleja una coherencia entre nuestro mundo interior y lo que expresamos. Si es hablada, la palabra debe pronunciarse bien, fácilmente, con una entonación agradable y natural, sin afectación ni pedantería. Siguiendo el aire, el tono, las maneras que se corresponden a lo que realmente somos. Dejaron muy claro que el talento para escuchar era más importante que el talento para hablar y que la auténtica y exquisita cortesía frenaba la vehemencia e impedía el enfrentamiento verbal.

Molière, en su obra "Les Prétieuses Ridicules" hizo una sátira, pero no logró frenar su poder ni ensombrecer su luz, que dura hasta nuestros días. La sensibilidad se unió a la inteligencia y juntas formaron la sabiduría de unos seres humanos evolucionados, valientes y rompedores que no se dejaron encorsetar...

Y es que la mujer cuando escribe o habla lo hace desde sí misma, con una voz inconfundible que desbarata imposiciones y derriba muros demostrando su feminidad en su "palabra de mujer".








domingo, 10 de mayo de 2015

YOSHIE SAKAI Y EL KOTO

El Koto es una caja de resonancia rectangular hecho con una madera que proviene de un árbol de Japón, "paulonia", ligero y suave. Su longitud es de unos dos metros, tiene trece cuerdas y dos aberturas en la parte posterior. Es un instrumento de cámara que requiere un auditorio atento y dispuesto a disfrutar de los sutiles y relajantes sonidos que evocan a los de la naturaleza. Su sonido y técnica están en constante evolución y sus notas pueden recordar, unas veces al arpa y otras a la guitarra... Se toca con la mano derecha y uñas de marfíl (dedos: pulgar, índice y corazón); con la mano izquierda se pueden subir o modificar los tonos de las cuerdas. Para ajustar cada escala se utiliza el "kojoti" (puente de plástico o de marfíl).

Joshie Sakai está especializada en "artes tradicionales de Japón" y lleva más de treinta años residiendo en España y enseñando la cultura japonesa.

En 1970 se licenció en koto, junto al laúd y el canto de acompañamiento. Ya en España (1981) toca también el piano y la flauta travesera e interviene en conciertos, recitales, festivales, jornadas musicales.

Ha colaborado con diversos músicos y no se ha cerrado ni a los instrumentos medievales ni a mezclar el tecno-koto. También ha utilizado "una réplica del arpa antigua egipcia" , siendo vocalista e intérprete en "La música en la era de las pirámides" (2001). En el 2011 sacó su primer álbum de koto en solitario ("The sound of koto").

Otra de sus destrezas es el ikebana, un antiguo arte que se basa en el respeto y el contacto con la naturaleza. Se trata de una disciplina en la que se prentende que la mente, el cuerpo y el alma estén interconectadas y armonizadas ("todo lo que ve una mente así, es una flor.... y todo lo que sueña es una luna...").

Se hace una composicón de motivos decorativos con flores, ramas, frutos, hojas, semillas... en la que todos los componentes son elementos orgánicos, con colores naturales, líneas elegantes y sentido de la disposición. Se trabaja en silencio y es como una especie de meditación. El minimalismo se muestra en que la figura se basa en un triángulo escaleno con tres puntos principales: el cielo, la tierra y el hombre (en perfecta coexistencia) y la paciencia
que se desarrolla al hacerlo aunmenta la tolerancia ante las diferencias.

Es, por tanto, un arte que relaja a nivel holístico la inteligencia, la sensibilidad y el cuerpo físico.




Para terminar, voy a hablar del haiku, que es una estrofa poética originaria de la literatura japonesa clásica que prentende expresar, en solo tres versos, un sentimiento breve y sincero surgido ante la naturaleza o ante emociones humanas.

"La hierba reverdece
sin ayuda de nadie
la flor crece".
(Masaoka Shiki)

Agradezco mucho a Yoshie el que, gracias a haberla conocido personalemente, me haya sensibilizado con la cultura japonesa y que ahora  koto, Ikebana y haiku sean palabras plenas de significado y que entran, ya, a formar parte de mi vocabulario de forma natural.

Nada me gusta más que la relación humana y se acrecienta mi pasión cuando me llega sabiduría milenaria llena de delicadeza y respeto.
Arigatö gozaimasu (muchas gracias), Yoshie.