domingo, 30 de agosto de 2015

EMMA Y P.L.TRAVERS

Una vez más Emma Thompson nos presenta un recital como actríz en la película titulada "Saving Mr Banks" (al encuentro de Mr Banks), en la que representa a la protagonista, P.L.Travers, la creadora de la mítica Mary Poppins.

Borda el papel y apoya a la escritora; es fascinante ver como el cine puede unir a dos mujeres tan interesantes. Fue tal el magnetismo que le produjo el personaje que, incluso, se arriesgó a la pérdida de independencia que supone trabajar para la factoría Disney...

 A pesar de que la escritora no quería que se supiera nada de su vida, dejó sus archivos a la Biblioteca de Brisbane (Australia), pues su ego saludable le indujo a pensar que, tras su fallecimiento, alguien podría interesarse por su biografía...

Emma no la conoció personalmente y tampoco a su hijo adoptivo (que murió en 2011, poco antes de que leyera el primer folio del guión), pero sí a un par de amigas, una de las cuales le acompañó hasta sus últimos días.

Para profundizar en una mujer de contradicciones extremas estuvo un año leyendo sus escritos, hablando con los que la conocieron, viendo documentales, observando fotografías, escuchando grabaciones... y, una vez preparada, se lanzó a ser ella destilando ironía para darle vida.

Su papel recrea las dos semanas que estuvo en América a principios de los sesenta, en los Estudios de Hollywood, para adaptar su libro al guión de Mary Poppins. Walt Disney anduvo veinte años cortejándola para adquirir los derechos de autor y, por fín, lo consiguió (ganaría con ella 5 premios Oscar).

La escritora no se reprimía: fue actríz, bailarina, periodista, escribía poesía y se codeó con intelectuales de la talla de Russell o Yeats. Tuvo relaciones con hombres y mujeres y se interesaba mucho por la moda y la elegancia. Se dio cuenta de los fuertes contrastes entre la mentalidad británica y americana y se mostró tosca, áspera y un poco grosera (lo sabía y le gustaba serlo). La autora y Mary Poppins decían lo que pensaban y sentían con una forma relajada de ser que indicaba confianza y seguridad en ellas mismas.

Su personaje le había salvado de las heridas de su propia infancia, por eso no se lo podía entregar con gran facilidad. Sentía que, al hacerlo, le quitaban una parte de su alma y la estaban convirtiendo en alguien que no era. Todo ello le resultaba terriblemente difícil de manejar. Emma aporta calidez y una pizca de vulnerabilidad con su gran talento logrando sentir verdadera empatía hacia la Travers (pienso que ninguna actríz lo hubiera logrado como ella).

En definitiva, la película sirve para mostrar (en sus múltiples flashbacks) la difícil relación que tuvo la escritora con su padre cuando era niña en Queensland (Australia); su padre era soñador, generoso y noble, pero víctima de su temperamento celta que generaba en él un impulso temerario y autodestructivo. En su libro de Mary Poppins, Mr Banks "se salva" de la esclavitud de tu trabajo y, de esa forma, Disney pensó que ella, al fín, podría afrontar su pasado sin temor... ¿Lo conseguiría en la vida real?, mucho me temo que no...

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