jueves, 26 de noviembre de 2015

ELISABETH BOWEN

Elisabeth Bowen nació en Dublín (1899) de una aristocrática familia anglo-irlandesa. Pasaban los veranos en una casa solariega de la familia, cerca de Cork.

Cuando era niña, su padre perdió la razón y la familia se tuvo que trasladar a Inglaterra. Su madre murió cuando Elisabeth tenía trece años y quedó al cuidado de unas tías.

Se convirtió en escritora siendo ya adulta y llegó a la cumbre de la narrativa británica de primeros del siglo XX, detrás de Virginia Woolf y E.M. Forster.

Se casó con Alan Cameron, con quien tuvo una relación cordial y estable pero jamás llegó a la plenitud que ella esperaba. Tuvo varios amantes y fue la primera mujer que heredó "Bowen´s Court", la mansión de la familia, aunque tuvo que venderla en los años cincuenta por no poder mantenerla.

"La muerte del corazón" está considerada como su "obra maestra". Ambientada en el Londres de entreguerras y publicada en 1938, trata de una chica de 16 años, Portia Quayne, que es la protagonista.

Su padre la tuvo con una viuda cuando, todavía estaba casado, y para ocultar su pecado tuvo que llevarse a la niña a Europa, siendo los hoteles y diferentes países que recorrieron su único hogar.

Cuando fallece el padre y se queda huérfana, es recogida por su hermanastro Thomas y su mujer Anna. Pronto se da cuenta de que nada es como ella pensaba y que la realidad no encaja con su inocente e idealista forma de ver la vida.

El estilo de la narración es impecable; todo encaja y con unas palabras que fluyen con enorme soltura y suavidad disfrutamos hasta de los detalles más cotidianos.

La Editorial Impedimenta nos ofrece una obra impecable, traducida al español de forma magistral por Eduardo Berti.


"En esta casa, algo frívola, llena de espejos y de muebles barnizados, no había espacio para que anidasen las sombras ni para que se trasluciese el menor sentimiento".

Elisabeth no sólo escribió narrativa, sino también ensayos. Se unió al Grupo de Bloosmbury como miembro de pleno derecho, pues fue una mujer luchadora que logró sus objetivos y alcanzó una gran independencia. Poco conocida en España, pero muy respetada y admirada en el mundo anglosajón.
Al perder su gran casa familiar, pasó varios años sin una residencia permanente hasta que, al final, se asentó en Hythe, lugar en el que falleció cuando tenía 73 años.

A pesar de que la mujer irlandesa ha conocido la marginación, sobre todo después del "Free State of Ireland" y su silenciamiento, hay muchas escritoras que han salido a la luz y han llegado a tener un papel fundamental en la literatura contemporánea. Su aportación ha sido muy importante a la hora de conocer las cosas desde un prisma mucho más rico en sensibilidad y rigor que el simplón racionalismo saturado de datos que abundaba en la literatura "políticamente correcta" de aquél momento.

No es literatura femenina ni feminista lo que ofrece esta gran autora, es sencillamente, "buena literatura".

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