miércoles, 23 de diciembre de 2015

LADY GREGORY

Lady Augusta Gregory es considerada como la reina del renacimiento literario de Irlanda y, según Bernard Shaw, la mejor irlandesa jamás conocida.

Augusta Perse (1852-1932) nació cerca del condado de Galway y fue educada en una gran casa, pues provenía de una antigua familia de aristócratas protestantes. Su niñera, Mary Sheridan, le contó leyendas e historias celtas...

En 1880 se casó con Sir William Gregory, que fue Gobernador de Ceilán (actual Sri Lanka) y con el que viajó con frecuencia hasta que se instalaron definitivamente en Londres, donde frecuentaron el ambiente culto e intelectual de la época (entre sus amigos estaban Browning, James y Gladstone).

Al fallecer su esposo, en 1892, regresó a Irlanda y se fue a vivir al oeste, a una finca de su marido en "Coole Park", en cuya casa había una magnífica biblioteca de la que sacó incalculabe información. También pudo tener contacto directo con los aldeanos y campesinos y conocerles mejor.

Empezó a profundizar en la literatura irlandesa y más tarde se haría defensora de la causa independentista de su país. Admiraba la mitología celta y tradujo al gaélico (más bien lo reescribió) los cuentos y leyendas de la antigua "Eire" (Irlanda).

Cuchulain of Muirthemne (1902), héroe mítico de Ulster; Gods and Fighting men (1904) y A book of saints and wonders (1907), recopilación de episodios e historias del folklore y de la hagiografía (historia de la vida de los santos) irlandesa.

Contribuyó a una gran divulgación de la cultura celta con un estilo influído por el dialecto de la región occidental, "el kiltartan", que conservaba todo el encanto de la tradición oral. La mayoría eran obras cortas, con enredos, ironía y ternura. Amaba el paisaje, las lluvias y las nieblas, los pálidos cielos, las iglesias y los manuscritos; todo lo irlandés, para ella, tenía un magnetismo que no era ni humano ni divino... era, simplemente, mágico.

En 1897, cuando había alcanzado la suficiente madurez, decidió promover, junto a Yeats y Edward Martyn, un teatro típicamente irlandés, enraizado en las tradiciones culturales y étnicas del país. Nacía así el "Irish Literary Theatre" que más adelante llegaría a ser el "Abbey Theatre" (Dublín). Todas esas ideas salían de las reuniones que ella hacía en su casa...

Escribió varias obras de carácter diverso; empezó por comedias breves, farsas ambientadas en el campo o en las aldeas rurales irlandesas, con personajes convencionales y estereotipados, pero llenos de vitalidad. Luego, llevó a cabo otras más comprometidas, de tono sentimental y patriótico, como The Goal Gate (1906) y The Rising Moon (1907). Lo cierto es que sigue teniendo gran influencia en el teatro contemporáneo.

Su lema, según una máxima de Aristóteles, era: "pensar como un hombre sabio, pero expresarse como la gente corriente", por eso su estilo era versátil y dúctil (en el teatro, la literatura y el folklore) para poder recuperar y revalorizar el rico patrimonio cultural de su país y otorgarle una entidad étnica reconocible.

La actríz Florence Farr, en el Abbey, interpretó como nadie, con sus increíbles inflexiones de voz, la obra de Yeats en verso que se llamaba "La Condesa Catalina". Los éxitos eran clamorosos, pero los detractores no tardaron en buscar una leyenda negra para el edificio del teatro, pues se decía que anteriormente se habían enterrado cadáveres y sus fantasmas deambulaban por allí...

Lady Gregory falleció a los ochenta años en su casa (que ya no existe) y con la inmensa satisfacción de haber llevado a cabo una aportación única a su tierra. Lo que más admiro de esta gran mujer es la capacidad de aúnar lo teórico con lo práctico y de preocuparse por la cultura con el mismo entusiasmo que por las necesidades de los más desfavorecidos, llevando a cabo teorías muy progresistas desde el punto de vista político y social.

"Amó el paisaje y su antiquísima cultura, a la gente corriente en las cabañas y en los caminos".




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