martes, 22 de noviembre de 2016

MARÍA DE GUISA

"Hermosa, inteligente, ingeniosa, valiente y leal" era la mayor de los doce hijos del duque de Guisa y de Antonieta de Borbón; nació en 1515 y vivió una infancia feliz en el idílico valle de Joinville, al norte de Francia. Se formó con las Clarisas de Pont-au-Mousson, supervisada por su abuela quien, a los 58 años, había profesado como religiosa.
Su primer esposo fue el duque de Loguenville, con quien se casó en el Louvre en 1534, pero falleció tres años más tarde dejando a la joven viuda con un hijo (Francisco) y otro que sólo vivió cuatro meses.
Tras rechazar a Enrique VIII de Inglaterra, aceptó casarse con el apuesto Jacobo V de Escocia, al que ya conocía por su primer matrimonio con Madeleine de Valois (hija de Francisco I de Francia).

El Papa les otorgó la dispensa matrimonial, pues eran primos terceros, y la ceremonia religiosa se llevó a cabo en St. Andrews (Edimburgo) a su llegada a Escocia. Jacobo tenía numerosos bastardos (nueve) y los dos hijos que tuvo con María fallecieron al poco de nacer (¿envenenados?). Después de una dura batalla contra Inglaterra, por negarse a prestar homenaje a su tío el rey Enrique VIII, falleció una semana antes de nacer su hija María Estuardo.
María de Guisa, con 27 años, viuda de nuevo, no se volvió a casar, sino que se consagró a conservar el trono de su hija frente a los ingleses y la ambición de los nobles escoceses. Mucho más favorable a estrechar lazos con Francia que con Inglaterra, logró salvar a su hija de un matrimonio con Eduardo (hijo de Enrique VIII). Prácticamente prisioneras en el Castillo de Linlighton, lograron escapar y refugiarse en el de Stirling con la ayuda del Cardenal Beaton. Éste fue asesinado y los patriotas ingleses se volcaron hacia Francia.


María prometió a su hija con el Delfín de Francia y en 1548, tras una derrota frente a los ingleses, logró que el rey de Francia mandase un barco para transportarla a su corte y que fuera educada y se sintiera segura en la, para ella familiar, corte francesa. En 1550, firmada la paz con los ingleses, María pudo visitar a sus hijos y reunirse con sus hermanos, que gozaban de gran influencia en la política francesa; poco antes de regresar a Escocia, su hijo falleció con 15 años.
A los cuatro años fue nombrada Regente y procuró expulsar a los ingleses y reprimir el protestantismo, pero la Reforma había arraigado en el reino y no pudo sujetar la invasión de Inglaterra por los escoceses cuando María Tudor (esposa de Felipe II) se unió a España en la guerra contra Francia (1577).
Knox, le líder protestante, para poner fin a la alianza con Francia y extirpar la fe católica en Escocia, contó con la ayuda de la nueva reina Isabel I de Inglaterra.
Muy enferma y desamparada, fallecía en 1559 en su Castillo de Edimburgo, pero en el lecho de muerte instó a que se firmara la paz y a jurar fidelidad a su hija María Estuardo, futura Reina de los Escoceses. Sin embargo, el protestantismo fue adoptado como religión en su reino.

He pensado que, para conocer y entender la fascinante personalidad de una mujer, María Estuardo, que está de rigurosa actualidad, es importante saber sus orígenes y procedencia y su madre, María de Guisa, me parece de una importancia capital en su formación y fortaleza, por eso he querido recordarla...

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