jueves, 14 de diciembre de 2017

MI NUEVO LIBRO

Mi aprendizaje como escritora ha consistido en ver cómo la gente puede aceptar algo que yo amo. La relación entre el lector, el texto y el autor es - sobre todo - de amor. Para escribir un libro tienes que enamorarte de él y pensar en seducir al lector, sólo así lograrás que uno y otro no se distancien de tí.

La comunicación auténtica entre el lector y el autor es satisfacitoria para ambas partes. Con permiso de quien me lo ha escrito, voy a transcribir el primer comentario que he recibido hoy mismo de uno de mis lectores (que además es muy buen amigo):
...iba pasando las páginas sosegadamente, saboreando cada una de ellas e imaginando vivir en aquellos tiempos. Como siempre una delicia para añadir a la colección. Es un placer leer tus libros y se aprecia el cuidado, la pasión, el cariño y el esmero que pones en el empeño que queda patente en el primoroso resultado final. Sé el esfuerzo que ello representa y justo es reconocer y gustosamente poder expresarlo. "Las cosas bien hechas bien parecen". Besos. Pepe Armengol.

Es una placer para mí manifestar, una vez más, que el lector crea "arte" incitado por el autor. El texto del libro es un espacio que crea una relación única entre sujeto y espectador teniendo como elemento común el lenguaje. El libro sabe esperar hasta que alguien lo abre y - una vez producido ese milagro - jamás se perderá la magia que transmite la palabra escrita.

Decía Borges: " La gran diferencia entre escritor y lector es  que el escritor escribe lo que puede y el lector lee lo que quiere".


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