miércoles, 15 de julio de 2015

PETITE CITÉ DE CARACTÈRE

PEQUEÑA VILLA CON CARÁCTER es un título que se concede en Francia a pequeños municipios que poseen un conjunto arquitectónico de calidad y coherente y que se comprometen a mantener su patrimonio y a difundirlo entre sus habitantes y visitantes.

Entre ellos hay un pueblecito lleno de encanto que se llama Josselin y está en la Bretaña francesa. Bellos canales de aguas tranquilas y rodeado de frondosos bosques que han dado lugar a numerosas leyendas de "hadas", hasta el punto de que hay un cartelito que indica una casita donde residen...

El pueblo fue fundado en el siglo XI y en sus calles se encuentran coloridas casas medievales con entramado de madera del siglo XVI. Llama la atención su perfecto estado de conservación y es que todas ellas fueron restauradas en el 2006. Los balcones y ventanas están engalanados con macetas llenas de flores, ¡un espectáculo de color!

 La maison à pans de bois es un auténtico tesoro de la arquitectura bretona que merece ser vista con detenimiento.

Destino preferido de los duques de Bretaña mantiene su magia y es un conglomerado cultural, artístico y patrimonial.

Dentro de su más deliciosa gastronomía se encuentran los mejillones con patatas fritas y la tortilla francesa rellena de pesto, tomate natural y champiñones que nada tiene que ver con la clásica...

La plaza de Notre Dame es el punto de reunión con restaurantes, bares o tienda de artesanía en los bajos de los edificios.

La Basílica de Notre Dame du Roncier (Nuestra Señora del Zarzal), con su altar de piedra blanco, coloridas vidrieras y preciosa mezcla del techo de madera con los pilares románicos (restos de la iglesia románica del siglo XII). Santuario de peregrinación al que los fieles acuden por su "propiedades curativas".

El pueblo está fuera de la muralla y paseando llegamos al precioso Château de Rohan (propiedad privada de una de las estirpes más antiguas de la zona y que lo siguen habitando). Data del siglo XV y de las ocho torres que tenía solo quedan tres que se reflejan en el río Oust que cruza el pueblo.

 Enclavado en la ruta de los señores de Bretaña, el castillo está rodeado de jardines de estilo inglés y en los antiguos establos está el famoso "Musée des poupees": en 1984, Antoinette de Rohan sacó a la luz la colección de "muñecas" que estaban guardadas en el castillo y la más antigua data del siglo XVII; recibe multitud de donaciones y ha llegado a reunir unos seis mil ejemplares (de todo tipo y condición, además de juguetes, cuentos, teatritos, marionetas...). Cada año organiza una exposición de un tema concreto.

Me parece sencillamente maravilloso que el pueblecito nos sugiera e invite a descansar  un rato para encontrar y saborear los tiempos antiguos que él ha conservado para nosotros, es la unión perfecta del pasado con el presente, el eslabón de la cadena que jamás se debe perder...


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