martes, 21 de mayo de 2019

MUJER SABIA

Me gustan las mujeres maduras, con humor y activas. Una mujer, a partir de los cuarenta años, empieza a vivir lo mejor de su vida si es capaz de darse cuenta de la cantidad de cualidades potenciales que tiene en su interior. Se convierte en una persona con "poder personal", pues es capaz de decir lo que piensa y siente sin perder la compasión así como de manifestar lo que no le gusta sin la menor acritud.
A esas alturas de su caminar, es capaz de mirar hacia atrás sin rencor ni dolor, es atrevida y confía en su intuición. Medita a su manera, decide su camino con el corazón, escucha su cuerpo, improvisa, no implora, es capaz de reírse... tiene una gran sensibilidad con las plantas y los animales.

Una vez que ha aprendido a amar lo que hace, alienta a los demás a su propio crecimiento. Reconoce con facilidad lo frágil y lo que es valioso, pero también lo que debe ser podado. A medida que tiene más edad, más camino habrá recorrido y - a través de la observación compasiva de la vida de los demás - es capaz de poder enseñar. Sabe que puede cambiar el mundo porque se siente completa, fuerte y vulnerable al mismo tiempo. Vive ya con el conocimiento pleno de que todo y todos estamos conectados y de que lo que cada uno haga influye en todo los demás.

 Entre las mujeres existe una conexión natural. Cuando una mujer estresada habla con otra, ambas liberan la hormona de la maternidad, lo que provoca que el estrés descienda. Sin embargo, si dos hombres nerviosos comparten sus aflicciones, la testosterona incita a la huída o el enfrentamiento. Tanto un hombre como una mujer que se hallan al lado de una mujer sabia, sienten como su adrenalina baja y su autoestima sube. Basta con estar junto a ella...

Qué distinto sería el mundo si la mujer madura del siglo XXI aspirase más a convertirse en sabia que en aparentar lo que no es, en luchar desesperadamente por permanecer en un estado de juventud ficticia a través de elementos externos que jamás cumplirán cons sus expectativas, pues las leyes del tiempo son inexorables.


jueves, 2 de mayo de 2019

DOS LIBROS ENCANTADORES

La autora de este libro demuestra que conoce bien la época en la que enmarca su historia. Se trata de un divertido homenaje a todas las novelistas que nos han hecho soñar y en especial a la emblemática Jane Austen. Escribir humor no es fácil, pero Belén ha logrado fusionar  ingenio con ironía inteligente y ha repasado los clichés austinianos (con algunas pinceladas de Eduardo Mendoza) en una preciosa edición con encantadoras ilustraciones.


Jugando con las palabras y la riqueza de nuestro lenguaje, la autora nos sumerge en las costumbres y formas de vida de una parte de la población británica durante el período de la Regencia. La protagonista, a través de las cartas que escribe a su amiga Edwina, expresa sus emociones (o algo parecido) en el transcurrir de su vida cotidiana y nos va presentando personajes magistrales como Branson (el mayordomo), Bovril (uno de los aspirantes a marido), Mistress Pilgrim (cuyos diálogos merecen un cuadro de honor) o Miss Peabody, que me ha recordado a Mademoiselle, la niñera de otro libro encantador: "Dama de Provincias", de E.M. Delafield...

A través de un diario, que le permite ver las cosas que le suceden con cierto distanciamiento, la protagonista vive en una preciosa casa de campo con su marido y sus dos hijos; el personaje tiene tanta vida que es fácil que cualquier lector, sobrepasado por los quehaceres cotidianos, se sienta identificado con ella. En un principio, salía de forma seriada en la revista "Time and Tide" (1929), pero más tarde fue recogido en forma de libro, un hilarante relato de la clase alta británica y una de las novelas más divertidas de la literatura inglesa del siglo XX.

Tanto Jane Austen (1775) como E.M. Delafield (1890) son dos escritoras inglesas que utilizan el humor elegante y un poco mordaz como catalizador del reflejo de una sociedad. A pesar de que la comedia no goza del prestigio del drama o de la tragedia, ambas autoras fueron - en sus respectivos momentos - grandes innovadoras con sus sutiles comentarios y reflexiones. Sus frases cortas, sencillas, efectivas y satíricas (en muchas ocasiones), junto a las reflexiones de la narradora en primera persona, convierten sus libros en encantadores compañeros de viaje en cualquier momento o lugar.