Recalcó la importancia que tiene inculcar el hábito de la lectura en la edad temprana, cuyos beneficios pueden verse a lo largo de toda la vida.
Este espacio ha sido posible gracias a Booktrust y a la editorial Frederick Warne, el editor original de Potter que ha donado libros por valor de 1000 libras. Gracias al apoyo de Emma el espacio ha conseguido visibilidad por lo que el éxito está asegurado.
A sus 55 años Emma sólo quiere reír, está de vuelta de todo, pero hay algo sagrado para ella que son "los niños". Le encanta crear algo perfecto para su perfecta imperfección. Los niños son las personas a las que más quiere y respeta y por eso le gusta ponerse a su servicio tratando de hacer algo realmente puro, bueno y que contenga todo, incluída la oscuridad.
Está en la onda de Mary Poppins, la niñera que no consiente a los niños sensiblerías ni caprichos, sino que les prepara para la vida real, en la que se encontrarán una maldad que ella no les oculta. Los niños no son estúpidos, experimentan grandes emociones y no es adecuado negárselas, ya que para ellos la emoción es un océano en el que los sentimientos les zarandean. Nosotros, los adultos, debemos respetarlos y darle una literatura y un cine que los reflejen para que se vean identificados.
Por eso no se negó a la invitación de escribir, ella misma, cuentos basados en las historias de Beatrix Potter, justo un siglo después del original...
Una vez más una mujer toma el testigo y continúa con la obra de otra para que el eslabón evolutivo no se interrumpa. Una y otra son dos de mis "british favoritas"...