viernes, 5 de mayo de 2023

EL HILO ROJO DEL DESTINO

 

Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, a pesar del tiempo, del lugar, a pesar de las circunstancias. El hilo puede tensarse o enredarse, pero nunca podrá romperse. 

Esta preciosa leyenda china ha inspirado a la artista Beili Liu para expresarla de forma plástica haciendo uso de miles de bobinas de hilo rojo hechas a mano y colgadas desde el techo, creando así la metáfora visual de dicha leyenda. 

De esta forma, cada bobina está perforada en el centro por una aguja de coser para que queden suspendidas a escasos centímetros del suelo. Los discos de un mismo hilo están conectados formando pareja. 

Todas ellas, suspendidas en el espacio y a merced de las sutiles corrientes de aire, se balancean sigilosamente haciendo que los discos giren a la vez que van soltando lentamente parte del hilo hasta que lleguen al suelo y allí algunas se enreden. 

Beili Liu, nacida en China y radicada en EEUU, refleja en su trabajo su propia experiencia migrante y la de miles de asiático-americanos. Sus instalaciones se valen de objetos cotidianos a los que la artista da un nuevo significado mediante complejas narraciones y performances que ella misma encarna. Los materiales que utiliza son transformados de modo artesanal, después de muchas horas de dedicación, casi como una ofrenda.

Lo que más me atrae de su arte es que sea tan simple en materiales, pero tan rico en metáforas. Es un claro ejemplo de algo que deberíamos tener siempre presente: "con poco se puede hacer mucho".


 


lunes, 24 de abril de 2023

TEXTO Y TEJIDO

 

La palabra texto procede del latín textus (tejido, entramado), participio pasado del verbo texo-texere (tejer, tramar, entrelazar). Según la RAE "el texto es un enunciado o conjunto coherente de enunciados orales o escritos" y "un pasaje citado de una obra escrita u oral". 

Un tejido es el resultado de la acción de urdir o entrelazar un hilo o filamento de lana u otra fibra para construir una estructura estable y sólida. De manera semajante, urdir o entrelazar palabras en conjuntos coherentes constituye estructuras de significación. En ambos casos se trata de un proceso de construcción a partir de determinados elementos.

Tanto texto como discurso o enunciado oral o escrito es una metáfora basada - como todas las metáforas - en la relación de semejanza. Lo que ocurre es que en español y otras lenguas está tan lejano su origen que la metáfora se ha lexicalizado, se ha convertido en nombre con sentido propio independiente de su origen.

Al existir el doblete tejido/texto, uno ha quedado para para referirse al entrelazado de filamentos y el otro al entrelazado de palabras, es decir un texto/tejido parlante. 

El campo semántico del tejido ha sido muy productivo en la historia de las lenguas y las culturas occidentales hasta el punto de que somos incapaces de concebir todo lo referente oral o escrito de otra manera y con otros términos diferentes, lo cual se debe a la importancia que el tejer ha tenido en la historia de la Humanidad.

La tarea de tejer y el invento del tejido es una de las mayores creaciones del ser humano. En su origen parece ser un trabajo especialmente femenino, pero la palabra griega rapsoda también se refiere al zurcidor o ajustador de cantos épicos, al recitador. 

El primer texto griego en el que aparece la palabra texto es un poema visual o caligrama del siglo III AC titulado "El Huevo". En latín se asemeja con frecuencia con el tejido, pero su uso ha terminado lexicalizado como ocurrió con la palabra nihil (nada), una metáfora relacionada con el mundo del tejer, ya que procede de ne-hilum (ni un hilo, nada). 

Trama, urdir, hilo, retahíla, hilar, hilvanar, enmarañar, devanar, desenvolver, cabo, rollo, enrollar, liar, tela, bordar, hebra, nudo... son términos que se utilizan tanto en la artesanía del tejido como en la literatura y que forman parte del acervo cultural desde tiempo inmemorial. No perdamos esta riqueza...



jueves, 20 de abril de 2023

EL TEJIDO DE LA CIVILIZACIÓN

En este libro su autora Virginia Postrel incluye en transversal - como un corte al bies - el tejido del mundo: la arqueología de la fibra, la historia del hilo, la creación de la tela, la guerra mundial del tinte... y, además de relacionar la lógica, la estética, la tecnología, las matemáticas y las ciencias, resalta la importancia del espíritu emprendedor y el ingenio del ser humano.

Hemos ido perdiendo la literatura de los tejidos (un caudal léxico valiosísimo) y estamos olvidando que somos herederos de un gran tapíz de metáforas. Es doloroso ver cómo va desapareciendo esa forma sabia de hablar en la que se incluyen términos como: cortados por el mismo patrón; de buen paño; pender de un hilo; cardar la lana; perder el hilo al hablar... 

 Y mientras gira y gira la rueca del tiempo, hilvanamos retales de vida y nunca nos preguntamos por qué llevamos tantos siglos hilando y entretejiendo en nuestra lengua expresiones como éstas.

También habla la autora de Atenea como diseñadora de tramas a las que da forma aplicando el conocimiento en sentido práctico (tecné). Patrona de las hilanderas, esta diosa teje de forma visible y arroja luz sobre las tinieblas que ocultan las cosas.

El conocimiento es algo que se entreteje, que se va construyendo y que gana complejidad y riqueza de matices a medida que insertamos nuevos elementos, que enlazamos y anudamos nuevos hilos a la urdimbre que ya teníamos. 

Y es que la sabiduría surge de un proceso que requiere habilidad, paciencia, constancia, ilusión... y sobre todo ¡tiempo! Exactamente igual que el tejido.



 

domingo, 16 de abril de 2023

EL HILO DE ARIADNA

 

Un hilo, un simple hilo, permite no perderse en la oscuridad del laberinto, acabar con el monstruo con relativa facilidad y volver a la luz. El laberinto representa los recovecos del alma que encubren nuestro lado oscuro, pero también los complejos entramados sociales que nos llevan a una escalada de destrucción e impotencia.

La palabra laberinto sugiere perderse, quedarse solo, deambular sin destino. Espacio infinito y cerrado a la vez, que despierta temores, ansiedad de quedarse atrapado y ser devorado por nuestro propio monstruo. Sin embargo el hilo, aparentemente frágil, está hecho con numerosas fibras unidas y contorsionadas que le confieren fuerza y flexibilidad. 

En la esencia del ovillo, objeto pequeño que si se desenrolla puede llegar muy lejos, está la mano de la hilandera, Ariadna, la cual representa y transmite el sentido común que nos ayuda en nuestro camino, aquella que a veces ovilla nuestro hilo para evitar que nos perdamos y atenúa nuestros miedos.

Pero Ariadna también es nuestra capacidad de pensar, de protegernos, de no dejarnos llevar por la acción sin reflexionar en las consecuencias de lo que llevamos a cabo y en las de dejar de hacer algo que deberíamos. El hilo sirve para entrar y salir del laberinto, sí, pero no de cualquier forma.

El Minotauro despierta nuestro miedo (algo externo a lo que nos debemos enfrentar), pero el verdadero peligro se halla en los miedos internos que nos atenazan (fracaso, pobreza, soledad, qué dirán...). Y para ello nada como una Ariadna con su ovillo.

Porque Ariadna es un amigo, un maestro, nuestra canción favorita, los recursos que aprendimos de quienes nos precedieron, la capacidad de reconocer nuestros errores. Nos sugiere pensar en nuestra propia experiencia, no precipitarse, no paralizarse, dejar de lado la soberbia de querer hacerlo todo uno mismo y buscar ayuda si es necesario para transitar por el espacio que nos separa de nuestro objetivo.

Atravesar el laberinto no es fácil, pero si Ariadna nos hace ver que existe la posibilidad de hacerlo, lo podemos intentar.

sábado, 15 de abril de 2023

ARIADNA EN NAXOS

 

La pintora inglesa prerrafaelita Evelyn de Morgan (1855-1919) es la autora de este cuadro titulado Ariadna en Naxos, que fue expuesto por primera vez en la Grosvenor Gallery de Londres cuando tenía 22 años. La mitología era uno de los temas que trataba en sus obras y, en este caso concreto, su pintura representaba el mito de Teseo y Ariadna. 

Ariadna ofreció por amor una vía para que el héroe (Teseo) venciera al monstruo (Minotauro) y pudiera encontrar la salida del laberinto, pero él prefirió seguir su destino y la abandonó en una isla. Estando dormida en la playa, se le apareció el dios Dionisio, que se enamoró de ella al instante. Con el tiempo ella aprendió a amarle y, llegado el momento, se produjo entre ellos la unión sagrada. Como regalo nupcial, el esposo lanzó al cielo una preciosa corona que se convirtió en la Aurora Boreal y - siendo ya diosa - Ariadana pasó a vivir en el Olimpo, donde permanecieron juntos  eternamente. 

Minos, rey de Creta y padre de Ariadna, pidió a los dioses reinar tempranamente y Poseidón le mostró que su deseo había sido concedido haciendo salir del mar un hermoso toro blanco, pero en vez de sacrificarlo en su honor como muestra de agradecimiento mató a otro en su lugar. En venganza el dios hizo que la esposa de Minos se enamorase del toto blanco y que de dicha unión naciera el Minotauro (toro de Minos, mitad toro mitad humano).

Al hacerse cada vez más salvaje, el rey encargó al inventor Dédalo un laberinto para mantenerlo encerrado y para saciar su apetito exigió a la rendida Atenas que todos los años enviara a Creta 7 doncellas y 7 efebos para alimentar al Minotauro.

Teseo, hijo de Egeo rey de Atenas, famoso por su valor y arrojo decidió ir entre los efebos para matar al monstruo. Ariadna, muy enamorada de él, le ayudó a derrotarlo y a salir del laberinto, para lo cual le entregó un ovillo cuyo hilo le serviría de rastro para su vuelta.

Lograda la hazaña, los dos embarcaron rumbo a Atenas, pero en el trayecto se desencadenó una terrible tormenta que les obligó a quedarse en la isla de Naxos. Teseo partió y Ariadna permaneció dormida en la playa...

martes, 1 de noviembre de 2022

ESCUELA PERIPATÉTICA

 

El filósofo Aristóteles creó la Escuela Peripatética para cambiar el mundo. Maximizaba el nivel de comprensión de sus discípulos lejos del tedio y la rutina de los espacios cerrados, impartiendo sus conocimientos mientras caminaban por el paseo cubierto del Liceo (peripatos) o sus jardines. Mientras andaban, él iba desarrollando puntos de su lógica y su metafísica, aunque deba mayor importancia a la observación de  la naturaleza y a popularizar el estudio de la ética.

Su sabiduría fue reconocida tras haber sido el tutor de Alejandro Magno y cuando fue a Atenas estuvo durante veinte años en la Academia de Platón, situada fuera de la ciudad en un bosque de olivos sagrados, al que se llegaba por un camino dulcemente umbroso entre templos y fragantes jardines. Próxima a ella estaba la Escuela de Epicuro, en la que se gozaba de los placeres sencillos y cotidianos oteando el turbulento oleaje de la existencia humana.

Cuando Platón falleció, Aristóteles fundó el Liceo con el fin de buscar el equilibrio, elemento clave de la excelencia física e intelectual (areté). Él, como sus antecesores Sócrates y Platón, seguía el hilo sutil de las ideas, que les conducían de un teorema a otro. 

Para tener un cuerpo bello y una mente brillante, la danza y la gimnasia servían para flexibilizar de forma natural tanto el cuerpo como la mente, aportando a sus ademanes vida y prestancia.

John Butcher dijo en 1999: "Caminar es la primera cosa que quiere hacer un niño y la última a la que una persona mayor desea renunciar. Ejercicio sin gimnasio, no contamina, no cuesta, consume pocos recursos naturales, no necesita equipamiento especial, es autorregulable e intrínsecamente seguro. Es tan natural como respirar y media hora al día bate la sangre y fortalece el poder del cerebro".

Pero, además de los beneficios de aprender caminando, en su Ética Nicomáquea Aristóteles afirmaba que el ser humano podía alcanzar un alto estado de bienestar desarrolando virtudes como el coraje, la templanza, la magnificencia, la magnanimidad, el orgullo, la paciencia, la veracidad, la sabiduría, la amistad y la modestia. 

Decía Nietzsche que los mejores pensamientos son los paseados y es que, cuando paseamos, el organismo entiende que está realizando un ejercicio y que necesita más oxígeno y flujo sanguíneo. Caminando, la mente se aclara y las ideas comienzan a fluir, mientras la naturaleza derrama sus suaves influencias. 

¿Por qué no animarnos a ser los peripatéticos del siglo XXI para afrontar el turbulento oleaje social con mayor deportividad?

  

martes, 18 de octubre de 2022

HERÓDOTO

 

Historiador y geógrafo griego que vivió entre 484-425 (AC), es tradicionalmente considerado como Padre de la Historia en el mundo occidental porque fue el primero en componer un relato razonado y estructurado de las acciones humanas.

Intentó escribir una gran obra de valor histórico y literario, para lo cual dedicó parte de su vida a efectuar viajes con el fin de obtener información y materiales de primera mano. Algunos de sus contemporáneos, como Tucídides, le criticaron severamente por incluir en su trabajo anécdotas y disgresiones pues, aunque proporcionaban informaciones valiosas, poco tenían que ver con el objeto de estudio que se había propuesto: las luchas de los griegos contra los persas.  

Como trabajo previo y contextualización de lo que iba a ser su obra, narró la evolución y costumbres de los pueblos que componían la  oikouméne (el mundo conocido de persas, babilonios o egipcios).

En las batallas entre griegos y persas (490 y 479), los griegos eran superiores en armamento y táctica, debido a lo cual evitaban caer en manos del ejército asiático, cuyos efectivos cuadruplicaban los de las ciudades helenas. El imperio persa ocupaba unos diez millones de kms cuadrados, una superficie ochenta veces mayor a la de Grecia.

Heródoto quiso construir un valioso legado para las generaciones futuras fijando por escrito sus investigaciones para evitar que, con el tiempo, los hechos humanos quedaran en el olvido y que las notables empresas (tanto de griegos como de bárbaros) no se realzaran. Fue mucho más tarde cuando el romano Cicerón le otorgó el merecido título de Padre de la Historia.

Jerjes empezó su marcha sobre Grecia con doscientos mil efectivos de caballería e infantería y unas seiscientas naves en paralelo; si los griegos no le hubieran vencido en Salamina y Platea, la civilización clásica jamás habría llegado a ser lo que fue.

Atenas no habría logrado ser el lugar de encuentro donde durante décadas se dieron cita pensadores y creadores de toda la Hélade. Roma también habría sido muy distinta sin absorber la esencia de la civilización griega, que tanta admiración despertó en sus clases sociales más influyentes.

La sociedad romana utilizó la riqueza cultural helena como modelo durante varios siglos, importando y copiando sus elementos definitorios: conceptos, instituciones, técnicas militares, dioses, patrones estéticos, etc... Sin el apogeo griego, la república romana nunca habría alcanzado semejante prosperidad. 

Nacido en Halicarnaso (ciudad jonia), Heródoto concibió su obra como una investigación personal y una exploración de otras culturas, incluidas las de los pueblos bárbaros. Descubrió al mundo los acontecimientos que marcaron su época y su magna obra fue dividida siglos después en nueve libros.

A mediados de 1950, el periodista polaco Ryszard Kapuscinski escribió un libro de viajes titulado Viajes con Heródoto, como homenaje al historiador griego, al que consideraba el primer reportero del mundo, cuya prosa le acompañó e inspiró en su propio periplo.