miércoles, 30 de noviembre de 2016

DONDE EL CORAZÓN TE LLEVE

. "Sólo el dolor hace crecer, pero el dolor hay que enfrentarlo directamente; quien se escabulle o se compadece está destinado a perder".
Ésta es una de las muchas frases que se me quedaron grabadas cuando leí, por primera vez, un libro que me marcaría para siempre: "Dónde el corazón te lleve", de Suana Tamaro.
No conocía a la autora, pero pronto supe que era italiana (nació en Trieste en 1957) y que había estudiado cinematografía en Roma. Escribió su primera novela, "La cabeza en las nubes", en 1989 y a lo largo de los años fue publicando relatos, cuentos para niños, otras novelas... En el 2007 sacó la segunda parte del libro que estoy comentando, "Escucha mi voz", y fue un verdadero fenómeno editorial.
En la última década del siglo XX, fue la autora más vendida en Italia y tuvo que enfrentarse a las feroces críticas de los que no se fían de los best sellers o no consideran serio hablar de la ternura, el amor, la compasión, la comprensión, el dolor, la alegría, la tristeza, la enfermedad, los valores, los prejuicios sociales... es decir, del alma humana. Lo cierto que es este libro marcó un hito en su vida.

No era buena estudiante en el colegio y jamás se había planteado escribir; hizo la carrera de cine para poder vivir en Roma. Sin embargo, como nunca andaba bien de dinero, se planteó que para escribir sólo necesitaba papel y lápiz y que lo podría hacer en cualquier momento y lugar... Y fue así como, un día, se dio cuenta de que tenía un don: "la capacidad de escribir bien y de comunicar".
A pesar de su apariencia (la antítesis de una barby) y de tener fama de seria y poco sociable, es fuerte, decidida, con mucho sentido del humor, viste ropa de marca, es adicta al shopping de calidad y una excelente cocinera...
Me encanta su coherencia entre lo que es y su forma de escribir: sobria, concisa, sin adornos, fluída, de lectura fácil y que lleva a la reflexión. Conecta con la sensibilidad (no con la sensiblería) y ahí radica su éxito internacional. Nos llega al alma, pero también nos sugiere que necesitamos el espíritu.
Es muy valiente y prestó una dura resistencia a sus feroces críticos tras su libro "Ánima Mundi", dejando muy claro que nunca permitiría que nadie dañase su auténtica creatividad, que siempre sería libre a la hora de expresar lo que pensaba, sentía y vivía.

En 1999 creó la Fundación Susana Tamaro, con la que se pretende crear las circunstancias apropiadas para que la gente pueda explotar su talento, especialmente las mujeres, con becas en Italia, microcréditos en Colombia, centros de educación sanitaria en la India...
Hoy, que estoy en un momento de mi vida un poco complicado, he sacado de mi biblioteca el libro y me he sentido acompañada por una autora que ya forma parte de mi existencia. Me ha parecido que también Flaubert, dotado de exquisita delicadeza, me ayudaría y termino con una frase suya: "Un corazón es una riqueza que no se vende ni se compra sino que se regala".

domingo, 27 de noviembre de 2016

LA EXCELENCIA

 El autor de este cuadro es Rembrandt y lo pintó en 1653; se llama "Aristóteles contemplando el busto de Homero" y lo he elegido porque voy a empezar mi reflexión con una frase de Aristóteles: "Somos lo que hacemos de forma repetida. La excelencia, entonces, no es un acto, sino un hábito".
Y es verdad, la excelencia es el arte que se alcanza a través del entrenamiento y el hábito; somos lo que hacemos repetidamente, lo que implica el esfuerzo de la virtud y la inteligencia. El éxito depende de un esfuerzo racional y voluntario.
"Siembra acciones positivas en tu vida y persevera hasta convertirlas en hábito".
Creo que puede ser interesante centrarnos en una serie de puntos que pueden ayudar:
. centrarse en el objetivo: ¿qué quiero conseguir?
. descubrir nuestras aptitudes o habilidades de acuerdo con nuestras emociones
. practicar la actitud ganadora
. tomar decisiones correctas: en qué voy a centrar mi atención, cuáles son los motivos que me llevan a ello, estrategias para lograr mi meta
. constancia, constancia, constancia... aprender de los fallos y no desviarse del objetivo final
. flexibilidad: modificar, reconvertir... desarrollar la "paciencia"
. pasión por lo que se hace; la motivación va muy unida a la pasión. Con "entusiasmo" llegamos a la meta. El entorno tóxico que nos incita a abandonar debe servir de estímulo para medir nuestra constancia, actitud y aptitud 
 
Este autorretrato de Rembrandt es un claro ejemplo de una persona que se dedicó por completo al desarrollo de su vocación. Con un alto grado de determinación y entrega, de forma libre y voluntaria, se atrevió a cubrir una necesidad auténtica que le brotaba de su verdadero yo. Cultivó su talento de forma espontánea y placentera y como consecuencia de ello llegó a tener notoriedad pública.
Procedente del vocablo latín excellentia es una palabra que permite resaltar la considerable calidad que convierte a un ser humano en merecedor de una estima y aprecio elevados.
Se relaciona a la idea de "perfección" y a las características sobresalientes; el término señala aquello que está por encima del resto y que posee escasas falencias o puntos débiles.

Estamos en un momento en el que resulta imprescindible tender a la excelencia, de lo contrario la mediocridad, apatía, inercia, pereza, desmotivación... y alguna cosita más tomarán el mando y eso ¡nunca!
Menos protestar, menos echar balones fuera, menos descargar responsabilidades y más tomar las riendas de nuestra propia vida, en beneficio nuestro y de toda la colectividad.


viernes, 25 de noviembre de 2016

EL CASTILLO DE LAS DAMAS

Catherine Briçonnet era la esposa del arquitecto francés Thomas Bohier y el alma de la construcción del Castillo de Chenonceaux (en el Valle del Loira francés) que se llevó a cabo de 1513 a 1521.
En sus orígenes, había un molino fortificado, pero ella lo mandó derruir todo excepto la torre del homenaje; tenía unas ideas muy avanzadas para la época, gran apertura de espíritu y una fina sensibilidad hacia todo lo que fuera buen arte; sentó las bases de una maravilla arquitectónica, siendo en la actualidad el Château más visitado de Francia después de Versalles.
Pero, en 1535, el hijo de Bohier, tras la muerte de sus padres, se vió obligado a cederlo a la Corona, debido a las deudas contraídas por su padre por las inmensas inversiones que tuvo que efectuar...

De estilo Renacentista y rodeado de hermosos parques y jardines, cumple también la función de puente, pues está apoyado en cinco arcos que fueron los pilares del antiguo molino y que lo separan del cauce del río Cher, lo que le da un fantástico toque de originalidad.

Francisco I se lo regaló a su hijo Enrique II quien, a su vez, se lo obsequió a la mujer que más amaba, Diana de Poitiers (duquesa de Valentinois) que fue quién mandó edficar el área que hoy se encuentra sobre el río, destinada a la cocina y los servidores.

Para entrar, hay que recorrer una bonita alameda de plátanos y en el interior la decoración es lujosa y elegante (tapices, pinacoteca, muebles renacentistas...). Los dormitorios son fastuosos, pues cinco reinas lo habitaron.
Al morir el rey (Enrique II), su esposa Catalina de Médicis "sugirió" a Diana que se lo "cediera" a cambio del Castillo de Chaumont sur Loire. Más tarde, Louise de Lorraine, viuda de Enrique III, se instaló allí como "la viuda blanca" (el color del luto). Durante la Revolución Francesa de 1789, fue Madame Dupin  (hija de un acaudalado financiero que lo adquirió en 1733) quien lo salvó gracias a sus "Salones Literarios" en los que recibía a intelectuales de la talla de Montesquieu o Rousseau. Ella quitó la x y lo llamó Chenonceau. Fue Marguerite Pelouze, una riquísima heredera, la que lo restauró y le devolvió su autenticidad del siglo XVI, entre 1867 y 1868. En 1913 lo compró el potente industrial Henri Menier, cuya hija, Simone Menier, fue la principal enfermera-administradora del mismo durante la Primera Guerra Mundial, pues lo convirtieron en Hospital Militar. En la Segunda Guerra Mundial, como estaba situado al límite entre la zona ocupada por los alemanes y la zona "libre", fue un lugar de residencia y por lo tanto, fue salvado de nuevo.

Me parece de cuento que, gracias a la poderosa industria del "chocolate Menier", cuya primera fábrica recuerda a la casita de caramelo de Hansel y Gretel, se mantenga impecable el "Castillo de las Damas", gracias a las cuales, no sólo se ha salvado, sino que está en la cima del arte. La familia Menier, sigue mostrándolo impecablemente mantenido y conservado, lleno de flores en verano y con todas las chimeneas encencidas en invierno. Los paseos en barca por el río y las noches musicales iluminadas son otros de sus muchos atractivos.
¡Nada como la fusión inteligente y sensible del capital con el arte para obtener magníficos resultados!

martes, 22 de noviembre de 2016

MARÍA DE GUISA

"Hermosa, inteligente, ingeniosa, valiente y leal" era la mayor de los doce hijos del duque de Guisa y de Antonieta de Borbón; nació en 1515 y vivió una infancia feliz en el idílico valle de Joinville, al norte de Francia. Se formó con las Clarisas de Pont-au-Mousson, supervisada por su abuela quien, a los 58 años, había profesado como religiosa.
Su primer esposo fue el duque de Loguenville, con quien se casó en el Louvre en 1534, pero falleció tres años más tarde dejando a la joven viuda con un hijo (Francisco) y otro que sólo vivió cuatro meses.
Tras rechazar a Enrique VIII de Inglaterra, aceptó casarse con el apuesto Jacobo V de Escocia, al que ya conocía por su primer matrimonio con Madeleine de Valois (hija de Francisco I de Francia).

El Papa les otorgó la dispensa matrimonial, pues eran primos terceros, y la ceremonia religiosa se llevó a cabo en St. Andrews (Edimburgo) a su llegada a Escocia. Jacobo tenía numerosos bastardos (nueve) y los dos hijos que tuvo con María fallecieron al poco de nacer (¿envenenados?). Después de una dura batalla contra Inglaterra, por negarse a prestar homenaje a su tío el rey Enrique VIII, falleció una semana antes de nacer su hija María Estuardo.
María de Guisa, con 27 años, viuda de nuevo, no se volvió a casar, sino que se consagró a conservar el trono de su hija frente a los ingleses y la ambición de los nobles escoceses. Mucho más favorable a estrechar lazos con Francia que con Inglaterra, logró salvar a su hija de un matrimonio con Eduardo (hijo de Enrique VIII). Prácticamente prisioneras en el Castillo de Linlighton, lograron escapar y refugiarse en el de Stirling con la ayuda del Cardenal Beaton. Éste fue asesinado y los patriotas ingleses se volcaron hacia Francia.


María prometió a su hija con el Delfín de Francia y en 1548, tras una derrota frente a los ingleses, logró que el rey de Francia mandase un barco para transportarla a su corte y que fuera educada y se sintiera segura en la, para ella familiar, corte francesa. En 1550, firmada la paz con los ingleses, María pudo visitar a sus hijos y reunirse con sus hermanos, que gozaban de gran influencia en la política francesa; poco antes de regresar a Escocia, su hijo falleció con 15 años.
A los cuatro años fue nombrada Regente y procuró expulsar a los ingleses y reprimir el protestantismo, pero la Reforma había arraigado en el reino y no pudo sujetar la invasión de Inglaterra por los escoceses cuando María Tudor (esposa de Felipe II) se unió a España en la guerra contra Francia (1577).
Knox, le líder protestante, para poner fin a la alianza con Francia y extirpar la fe católica en Escocia, contó con la ayuda de la nueva reina Isabel I de Inglaterra.
Muy enferma y desamparada, fallecía en 1559 en su Castillo de Edimburgo, pero en el lecho de muerte instó a que se firmara la paz y a jurar fidelidad a su hija María Estuardo, futura Reina de los Escoceses. Sin embargo, el protestantismo fue adoptado como religión en su reino.

He pensado que, para conocer y entender la fascinante personalidad de una mujer, María Estuardo, que está de rigurosa actualidad, es importante saber sus orígenes y procedencia y su madre, María de Guisa, me parece de una importancia capital en su formación y fortaleza, por eso he querido recordarla...

jueves, 17 de noviembre de 2016

LA CIENCIA Y LA VIDA

En el mes de agosto del 2008, asistí a uno de los Cursos de Verano de El Escorial que se llamaba "Sentido literario y económico de un humanista del siglo XX", en el que pude conocer de cerca al doctor Fuster y a José-Luis Sampredo. A lo largo del mismo contaron cómo, de las conversaciones que mantuvieron ambos durante tres intensos días en el Parador de Cardona (en presencia de Olga Lucas, que es quien lo escribió), surgió un libro: "La ciencia y la vida".
El doctor Fuster (cardiólogo) salvó la vida a José-Luis en el hospital Monte Sinaí de Nueva York, de lo que surgió una profunda amistad.
Tanto uno como otro estaban de acuerdo en que para alcanzar el bienestar (la felicidad), el ser humano debe tener en cuenta tres aspectos fundamentales: conocerse a sí mismo e invertir en su propio talento, ser responsable y hacer una aportación social.
Desubrir sus potencialidades y desarrollarlas es el mejor camino para disfrutar trabajando, hacerlo bien, elevar la autoestima y mantener una postura coherente y consecuente ante la vida.

Se planteaban: ¿cómo podrían ellos contribuir al cambio de una sociedad con valores muy deteriorados?, ¿qué podrían hacer para restaurar los que son imprescindibles para la buena convivencia y para la salud colectiva?
Ambos pensaban que tiene que haber "algo más" y que ese algo más no es otra cosa que "el espíritu".
José-Luis contaba que recordaba a "su médico" (su salvador) como un ángel, alguien que venía a proporcionarle la seguridad necesaria para superar el trance. Empezó a encontrarse tranquilo y  a trabajar tomando notas y apuntes; se sentía sereno, en paz. Una de esas notas decía: "hay que vivir el sendero con dignidad... En el umbral de los 80 años ya va siendo hora de empezar de nuevo".
Los asuntos de la vida y de la muerte crean vínculos muy especiales, como lo reflejan estos dos hombres. La relación médico-paciente y la forma de abordar la enfermedad por ambas partes es de vital importancia para obtener buenos resultados.

 Según palabras de José-Luis: "Todos vamos en una galera. Si todos los galeotes anónimos unidos nos conjurásemos para remar sólo por una banda, la nave cambiaría el rumbo obligando al timonel a llevar mejor el timón de la nave".
Falleció el 8 de abril de 2013, con 96 años, de forma plácida y tranquila. Antes, quiso ver el mar y asegurarse de que su muerte sería discreta y silenciosa. Su cuerpo físico no está con nosotros, pero sí su energía vital, su alegría y su talante optimista... No nos pudo dejar mejor legado.

domingo, 13 de noviembre de 2016

EL GRIAL

A pesar de que la Edad Media tenía un pensamiento simbólico, después de cincuenta años de escritura incesante quedó construído el mito del "Grial" (entre los siglos XI y XII).
Chrétien de Troyes, en su "Cuento del Grial", nos presenta a Perceval, un joven que vive con su madre en la yerma floresta solitaria.
Un día queda extasiado ante el despliegue cromático y el ruido del metal brillante de los escudos contra las ramas de los árboles de unos Caballeros que llegan al bosque. Para ser como ellos, debe pedir las armas al rey Arturo. No lo duda y un día parte en busca de ese brillo y color dejando a su madre, quien, al verlo marchar, muere de pena. Él la ve caer, pero sigue adelante...

Cuando llega a Camelot, la corte del rey Arturo, todo el mundo se ríe por su ingenuidad menos una bella doncella que hacía mucho que no sonreía y le dice: "tú serás la flor de la Caballería" (pues el Caballero del Grial es un elegido, un predestinado en contra de todas las apariencias). El joven logró su formación caballeresca y dejó la corte en busca de aventuras.

Llega a un Castillo, que surge como una aparición maravillosa (el más allá) y que pertenece al Rey del Grial; allí es acogido por el rey Pescador´. Durante la cena, un cortejo atraviesa la cámara y llega una doncella que transporta el "graal"; su luz produce una claridad tan grande que hasta las numerosas velas pierden su brillo. Ve como todos desaparecen en la sala contigua.
Pero no pregunta ¿qué es el Grial?, no se atreve, y no es capaz de crear la comunicación con lo que no se ve. El héroe ha de tomar la iniciativa y construir el puente entre lo humano y lo divino, pero él no lo hace y se va...
Regresa a Camelot y una "doncella muy fea" le dice que ha fracasado por el pecado que cometió con su madre, eso le trabó la lengua. Amargado, desaparece durante cinco años, perdido, alejado de la luz y de la vida eterna. Un Viernes Santo se encuentra con un ermitaño que le desvela los misterios del Castillo del Grial: el rey Pescador es el hijo del Rey del Grial, el Rey al que sirve el Grial en la cámara vecina (Dios Padre oculto, al que no vemos...)
Y aquí se interrumpió el cuento de Chrétien de Troyes...

En las continuaciones, la búsqueda es una empresa caballeresca colectiva; todos pretenden buscar el Grial, pues su pérdida ha supuesto la desolación de la Tierra. La búsqueda es la misión de la Caballería.
Más tarde, un autor anónimo introdujo a Galahad, un caballero puro que no necesita preguntar porque lo ve (y ver es conocer). En la ópera de Wagner, Parsifal es capaz de sentir compasión y dice: "die wunde, die wunde..." (le duelen las heridas del rey Pescador).

En pleno siglo XXI yo creo que la enfermedad del rey Pescador consiste en que el ser humano no da importancia a los valores espirituales, está alejado de la divinidad y eso le hace sentirse solo e insignificante. Ha separado la intución de la razón y ha dejado secar su alma, que es la única que le podría vivificar. El retorno del Grial es algo que muchos anhelan, pero pocos se atreven a ser "héroes" y a seguir su propio camino de evolución...

sábado, 12 de noviembre de 2016

LA REVOLUCIÓN DE LA ESPERANZA

Este cuadro es un autorretrato de una mujer a la que admiro mucho: Cristina de Jos´h. Con una gran inquietud artística, ha sabido canalizar todo lo que lleva dentro, a lo largo de los años, de una forma sabia (con inteligencia y sensibilidad).
Siendo muy joven, empezó realizando muñecos de trapo únicos y especiales; más tarde, se interesó por el diseño textil y la ropa del hogar, con líneas personalizadas y confeccionadas de forma totalmente artesanal. No se paró ahí, sino que se lanzó a escribir libros y a pintar cuadros... y, en todo lo que emprende, alcanza el "éxito".

¿Por qué? Porque ama la vida y se ha lanzado a todas sus empresas con amor, con coraje y con esperanza. Pero, ¿qué es la "esperanza"? pues la esperanza es un talante, un estado, una forma de ser, una disposición interna, un "estar listo para actuar".
Los ingleses hacen una diferencia interesante entre activeness (actitud o estado anímico) y activity (actividad): la espera no es pasiva, sino estar preparado en todo momento para que lo que todavía no ha nacido, pero está en condiciones de hacerlo, nazca.
La esperanza está enlazada con la fe, la fortaleza y la compasión. La fe es la convicción de que lo que se está gestando como una semilla brotará en el momento adecuado; es el pilar de la esperanza, su base. La fortaleza es el coraje de vivir, lo que nos hace vencer la tentación de comprometer la esperanza y la fe convirtiéndolas en un optimismo vacío, hueco, insustancial o una fe irracional. La compasión (sentir con), como la ternura o el amor, es un sentimiento exquisito que nos lleva a interesarnos por todo lo que nos rodea (interés: ser entre).
Según Erich Fromm, la base del amor, la ternura, la compasión, el interés y la responsabilidad es la de "ser versus tener": me vacío mi yo, me empobrezco para volverme rico.
Cristina, con su talante vital, nos muestra que los cambios sí son posibles y que las buenas ideas que llegan al corazón tienen un gran poder pues son capaces de crear entusiasmo y dedicación.
Es un ejemplo a seguir entre tanta gente aburrida, pasiva, insensible, extremadamente racionalista y un verdadero antídoto contra la depresión, la despersonalización, la indiferencia ante la vida...

domingo, 6 de noviembre de 2016

LA SERIEDAD, LAS LÁGRIMAS, LA RISA...


Aquel que trata de satisfacer sus intereses egoístas, tiene un aspecto serio, pero la seriedad también se refleja en la cara de quien quiere ayudar a los más necesitados. En ambos casos de habla de "seriedad", pero ¡qué diferencia en su expresión!
Hay risas vulgares, tontas, hipócritas, malvadas..., pero también las hay sutiles, francas, llenas de amor, como una fuente que brota, porque la fuente ríe vertiendo generosamente el agua de la vida.
Las "lágrimas" suelen ir asociadas a la pena, pero cualquier emoción puede provocarlas (tristeza, cólera, despecho, alegría, admiración...). La poesía, la música, la pintura, la literatura, pueden llenar nuestros ojos de lágrimas, pero también pueden hacerlo ciertas conductas humanas cuando son particularmente bellas y nobles.

Así como las lágrimas no indican debilidad de carácter, "la risa" no siempre significa despreocupación o falta de seriedad, pues la risa actúa de forma más beneficiosa en el campo mental que la seriedad y austeridad que muchos creen que es una de las características del sabio; en la risa existen energías vivas que alimentan nuestro cerebro.

Los niños ríen o sonríen espontáneamente y si su risa es tan agradable es porque se ven continuamente atravesados por corrientes que contribuyen a su desarrollo físico, afectivo y mental. Sus depósitos se llenan de energía y su risa es una explosión de vida.
La risa es una forma de comunicar la vida; cuando te ríes es como si las energías acumuladas se desbordasen y se sintiera la necesidad de compartir algo con los demás. Al reír se da vida, pero también se recibe.
Existen acontecimientos que no se prestan a la risa, pero son más soportables si nos habituamos a ver la vida con cierto humor, lo que favorece mantener nuestro equilibrio interno y hacer la vida más ligera.
Es cierto que la sabiduría es seria, pero la energía que extraemos de la alegría alimenta los depósitos de nuestra seriedad y recibimos muchas posibilidades nuevas para gozar de la riqueza y el sentido de la vida.

He hecho esta pequeña reflexión ante la gran cantidad de gente que no se ríe, que es demasiado seria y que no es capaz de dejar derramar una lágrima por su mejilla. Me temo que el sofocar la alegría y no fomentar el sentido del humor, puede entorpecer mucho las relaciones humanas de calidad y sería una verdadera pena...