viernes, 28 de julio de 2023

LA LECTORA

 

En La Lectora, cuadro pintado por Renoir, el talento del artista es capaz de mostrarnos el acto de leer, lo que Proust definía como "ese fértil milagro de comunicación en soledad". Por su parte, el libro aparece como si fuera una puerta misteriosa, que conduce a un mundo paralelo, al que sólo la protagonista puede acceder sin que nada ni nadie la perturbe. Totalmente absorta en la lectura, la expresión de su rostro nos muestra relajación, bienestar, una especie de estado meditativo y como de éxtasis. 

Escribir es como pintar y el autor del libro ha creado un destino para que la lectora pueda viajar. Ha pintado con sus palabras el mundo de sus personajes, los elementos que quería mostrar y los que pretendía esconder para que ella los fuera descubriendo por sí misma. Poco a poco un profundo intercambio entre ambos ha ido en aumento, en el marco de una comunicación silenciosa y sin límites de tiempo.

El escritor ha cobrado vida, en la presencia y esencia inmutable del libro, en manos de la escritora. Y lo hace sin ningún egoismo, permitiendo que ella lo vaya recorriendo página a página sin emitir la menor queja ni sentirse invadido, perseguido o acosado, sino siempre dispuesto a brindarle lo mejor de sí mismo en ese íntimo encuentro. La lectora va experimentando lo que lee como si lo viviera en primera persona, se transporta a otros mundos y explora una realidad compartida con el autor.   

La neurociencia nos dice que cuando leemos se activan diversos mecanismos en nuestro cerebro (que cumplen funciones específicas) de forma paralela y coordinada en distintas áreas del mismo. Es como si se produjera una danza sincrónica y perfecta cuyo fin no es sólo la comprensión del lenguaje, sino también la de hacernos creer que vivimos algo que en realidad no hacemos. 

Una parte de nuestro cerebro está especializada en la interpretación de los símbolos, debido a lo cual somos capaces de mantener una comunicación no verbal. Estos símbolos se agrupan, se ordenan y se vinculan para poder ser entendidos. En otra área, se estimula la imaginación o la acción motora. La corteza frontal tiene el control mental y la planificación, mientras que el lóbulo temporal interviene en los procesos de emoción y memoria.

¿Qué ocurre cuando la lectora termina el libro? En un primer momento tiene la sensación de que un amigo se aleja, la abandona... pero luego se da cuenta de que ese amigo siempre permanecerá allí, al alcance de su mirada y atenderá - con su presencia callada - su súplica para aliviar su soledad. 

Y es que entre la lectora, el libro y el autor se ha ido creando una relación afectuosa que conlleva unos lazos fuertes, poderosos y eternos, algo que a nuestra protagonista le produce un gozo muy sutil y la seguridad de que siempre estará acompañada.



domingo, 16 de julio de 2023

CUADERNO DE VIAJE

 

Registrar de forma lenta, selectiva y cuidada todo lo experimentado en un viaje puede llegar a ser una de las cosas más interesantes del mismo. Por eso un cuaderno cómodo y manejable se convierte en un gran compañero con el que podremos compartir nuestras experiencias, pensamientos, sentimientos, escritos, dibujos, detalles, desde la más estricta intimidad y, al final, cuando la aventura haya terminado, él guardará nuestros recuerdos para siempre.

Cuando viajo me dejo llevar y permito que sean mis cinco sentidos los que escriban por mí. Improviso y abordo muchos temas e intento hacerlo de forma creativa y original. Quizá, aunque puede haber ocasionalmente otros, los mejores momentos para los encuentros con mi cuaderno son: a primera hora de la mañana (tengo todo el día por delante) y la noche (con la efervescencia de tenerlo más reciente). Aunque todos los capítulos los cuido con esmero, en el último me esfuerzo un poco más y hago una especie de epílogo en el que queda marcada la personalidad de este viaje concreto.

Es emocionante pensar que, cuando el hombre pudo caminar con sus pies un mundo desconocido para él, comenzó a aprender a superar la lejanía de sus afectos y el calor de su hogar; reconoció - con humildad - su pequeñez frente a la grandeza del Universo; fue superando retos, dificultades y miedos al mismo tiempo que agradecía todo lo bueno que le llegaba sin esperarlo; no perdió la esperanza de llegar a un destino y confió desde el primer momento en que podría regresar a su punto de partida. Y así fue como el hombre empezó a "viajar".

Bajo mi punto de vista, un buen viaje (corto o largo) necesita tiempo de sedimentación por lo que es preferible optar por la calidad que por la cantidad. ¿De qué sirve trotar por el mundo como si estuviéramos en una competición? ¿Qué sentido tiene obligarse a ver una interminable lista de cosas maravillosas si perdemos la capacidad de maravillarnos? 

Sólo lo que experimentamos de verdad, lo que pasa a formar parte de nuestras células, lo que nos deja huella, tiene el poder de transformarnos, de cambiarnos, de ampliar nuestros horizontes. 

Como decía la gran viajera Mary Ann Evans (escritora que firmaba con el pseudónimo de George Eliot) en el siglo XIX: "nuestras andanzas viajan con nosotros desde lejos, y lo que hemos sido nos hace ser lo que somos".


jueves, 13 de julio de 2023

REGENERACIÓN

 

Regeneración es un término que procede de la palabra latina regeneratio y que significa acción y efecto de producir de nuevo una cosa que se había destruido. Así como el cuerpo humano tiene la capacidad de regenerarse, la salud social debería contar con su propio sistema inmunológico para poder expulsar silenciosamente todos aquellos elementos que amenacen o atenten contra su integridad o equilibrio. Deberíamos por tanto proceder a una regeneración constante, sistemática y universal de la sociedad comenzando por nuestro propio yo indivdual.

La mitosis celular hace que un organismo renueve todos sus tejidos en un ciclo de unos ocho años llevando a cabo una regeneración biológica callada y firme. La dimensión psíquica sigue ese mismo modelo: existe una renovación persistente de los pensamientos, gustos, proyectos y expresividad de la persona sin que ésta se lo proponga; por inercia, mantiene un proceso de cambio constante de la estructura mental, cognitiva y emocional. 

Visto el ser humano desde un punto de vista total (holístico) nos damos cuenta de que el componente social no sólo es la tercera dimensión del hombre, sino la vía que lo ha humanizado, pues sin interacción no seríamos viables como especie ni el homínido hubiera llegado a sapiens. Somos lo que somos gracias a la convivencia y ésta ha de salvaguardarse ajunstándonos a sus exigencias, a tenor del modelo biológico y psíquico de regeneración persistente.

Pero la convivencia sólo es posible si está basada en valores, los cuales están en el origen, nos acompañan durante el desarrollo y pertenecen al futuro. Porque ellos son el soporte, los que nutren la convivencia y la razón de ser de su organización. Primero aparecieron las costumbres y luego la ley; la moral (manera, costumbre, modo, uso o práctica) precede al legislador. 

El valor de la libertad es como la línea del horizonte: ni cielo, ni tierra. El horizonte es la garantía del proyecto y sin esperanza no podríamos vivir. La igualdad sólo sería posible a través de la educación siempre que se contara con la generosidad y empatía de los educadores y el esfuerzo del educado. En cuanto a la fraternidad, no puede existir sin empatía, es decir que la subjetividad propia y la ajena cuenten con el ánimo de comprenderse mutuamente, es el mejor antivirus contra la violencia y lo que más favorece la higiene social. 

Recuerdo una frase muy cierta que dijo un sabio y que ayuda a comprender que la regeneración es un asunto basal: "cuando yo dejé de ocuparme de los demás, ellos se ocuparon de sí mismos. Entonces, pude ocuparme de mí mismo y tuve mucho trabajo".

La ejemplaridad es indispensable en la regeneración, pues nuestro ejemplo de vida tiene un impacto en el círculo de influencia al que pertenecemos. Nada es tan contagioso como el ejemplo (bueno o malo) y el ejemplo es una cuestión de hechos. 

La ejemplaridad es un deber ser, un ideal y tiene que ver con un imperativo moral que siempre es positivo. La idea es comportarse de tal manera que el ejemplo produzca un efecto virtuoso o civilizador en el círculo de influencia. Debe ser un ideal de dignidad y su vacío pone de manifiesto el vacío de contenidos morales en la sociedad.

La justicia y la bondad se complementan, sí, pero la bondad consiste en ir más allá de la justicia y ese "más allá" es el que sabe mostrar con sus acciones la persona ejemplar.