lunes, 27 de noviembre de 2017

JANE EYRE

Jane Eyre es, bajo mi punto de vista, una joya literaria, una apasionante y entusiasta novela de amor que sabe llegar al corazón del lector más exigente. Sus personajes son inolvidables y contiene una trama adictiva en la que no falta el misterio y la crítica social.
Pocas lecturas me han producido tal cúmulo de sensaciones como esta exquisita novela romántica, ambientada en la Inglaterra victoriana y que - ahora - me doy cuenta de que supera a "Orgullo y Prejuicio", de Jane Austen, en cuanto a la intensidad del argumento y a la profundización en los personajes. Los protagonistas son Jane Eyre y Mr. Rochester. Jane, peculiar e inolvidable, nos revela la situación de la mujer en aquellos días. Ella era independiente y apostaba a ser reconocida como ser humano (por encima de la dicotomía hombre o mujer).
Su ambientación espacio-temporal es magnífica, pues nos transporta a un momento histórico y a un lugar muy concretos. Con su exquisita prosa, la autora es fiel a su estilo de frases cortas, vocabulario sencillo, interpelaciones directas al lector y - sobre todo - diálogos ingeniosos e irónicos. Afronta las descripciones de una forma visual y precisa con un lenguaje fresco y cercano, a pesar de los años transcurridos...
Para mí este libro es un clásico imprescindible en toda buena biblioteca.

Charlotte presentó a cinco editores su obra favorita, "El Profesor", pero todos se la rechazaron. En 1847, Smith, Elder&Company le pidieron una novela más larga y que se ajustara más a los gustos del momento. Y así fue como Jane Eyre nacía y era publicada con un éxito sin precedentes.
Charlotte era diminuta (1.52) y de apariencia extremadamente frágil y delicada; no se consideraba guapa, pero sabía que sus ojos eran especiales, por lo que se negaba a ponerse gafas a pesar de su miopía. Muy tímida, cuando se encontraba en un ambiente que le inspiraba confianza, resultaba encantadora, divertida y mundana.
Siendo ya famosa, acudía a las recepciones o cenas en su honor del brazo de su editor y temblando. Solía ser discreta y silenciosa, pero defendía con vehemencia su propio punto de vista. Su enorme fuerza interior y orgullo (más bien dignidad) le facilitaban afrontar los estrictos códigos de la sociedad, que no veía con buenos ojos que una mujer viviera de la escritura.
Pero escribir era su pasión y su profunda vocación y prefería sin duda que le considerasen un ser un poco marginal antes que no ser fiel a sí misma.

Pot todo ello, os sugiero la lectura de esta obra realmente "brillante".

sábado, 18 de noviembre de 2017

LIBROS PARA NIÑOS

Hoy me asomo a este maravilloso rincón para hablaros de la importancia de que nuestros niños crezcan al amparo de esas viejas historias que conforman el patrimonio de nuestra literatura universal. En estos tiempos de ruido y de furia, se hace cada vez más difícil encontrar un espacio adecuado para la lectura serena y la reflexión profunda. La capacidad artística del lenguaje ha cedido a la vertiginosa necesidad de comunicación constante. Y los clásicos de nuestra literatura, esas obras universales que han sabido cruzar tantas barreras hasta llegar a nosotros a través del espacio y el tiempo, corren ahora el grave peligro de quedar olvidados para siempre.

Por eso es tan encomiable la iniciativa de EDEBÉ que lleva años trabajando en una colección maravillosa de clásicos contados a los niños. Todas las obras han sido adaptadas por Rosa Navarro Durán, catedrática de literatura española de la Universidad de Barcelona que, con gran acierto y generosidad, ha puesto su saber al servicio de los más pequeños, logrando que cada obra se haga accesible a ellos sin perder un ápice de la esencia y de los valores que la convirtieron en universal. Gracias a su maestría, miles de niños ya conocen las andanzas del Cid, las aventuras de Aquiles y Ulises o las desdichadas peripecias del caballero Zifar y su buena esposa Grima; la Biblia, El Lazarillo de Tormes, o Las Novelas Ejemplares de Cervantes vuelven a estar al alcance de los jóvenes lectores para seguir transmitiendo en nuestros días esos valores insustituibles y absolutamente necesarios para seguir adelante.

 Ahora que se acerca la Navidad no se me ocurre un regalo mejor para nuestros niños que una de esas adaptaciones de Rosa Navarro con las que también nosotros podremos revivir momentos inolvidables y compartir con los nuestros la magia que vive siempre entre las páginas de un libro.

Agradezco mucho a mi gran amiga Ana que haya escrito este post y nos haya acercado a la magnífica labor y buen hacer de Rosa Navarro Durán.

domingo, 12 de noviembre de 2017

LA LLAVE

¡Qué admirable es la llave de oro que cierra cuidadosamente la puerta del castillo donde viven los fantasmas!
Si sabes usarla, si tienes cuidado de que esta puerta, en determinados momentos, no se abra por más que desde adentro el tumulto de las tristezas, de los temores, de las preocupaciones, de la pasión de ánimo quiera forzarla, ¡cuánta será tu paz y cuan permanente tu alegría!

Al principio es muy difícil cerrar esa puerta: los fantasmas negros tiran de las hojas con toda su fuerza; logran mantenerlas entreabiertas y se van colando por allí e invaden el campo de tu alma y arrancan de él las santas flores de la alegría.
Pero la gimnasia vase haciendo cada vez más fácil y segura, adquiérese una gran agilidad. Intentas dominar  los movimientos astutos de la turba negra y acabas por confinarla definitivamente en el castillo de la pena, de las imaginaciones dolorosas, de los miedos sin razón, de las angustias sin objeto...

Lo esencial es ser rápido en los movimientos. En cuanto notes que se quiere colar algún fantasma, examina la cerradura, da dos vueltas a la llave y vuelve la espalda.
El fantasma será insinuante, expresivo.
Pretenderá decirte muchas cosas. No hagas caso de sus invitaciones, de sus solicitudes, de sus argucias, de su llanto: lo que quiere es envenenarte el día.
Dirás acaso que con tener condenada la puerta del castillo escaparías para siempre... Más debo advertirte que, en ese castillo, moran también las imaginaciones alegres, los pensamientos joviales que nos hacen llevadero el camino, y la sabiduría está en dejar a éstos libre la puerta e impedir a los otros la salida.
¡Qué admirable es la llave que cierra cuidadosamente y a su tiempo la puerta del castillo donde viven los fantasmas!...

Amado Nervo (fragemento de su libro "Plenitud")

miércoles, 1 de noviembre de 2017

SER ATRACTIVO

Hace poco me preguntaban que qué es para mi ser atractivo y lo cierto es que no me resultó nada fácil responder. Últimamente se nos proporcionan fórmulas para producir fascinación y derrochar encanto a diestra y siniestra y se nos brindan claves para tener un éxito asegurado, pero me temo que para ser atractivo es esencial (como en todo) la fe, el trabajo y el tiempo o el tiempo, el trabajo y la fe, pues la persona realmente atractiva no nace sino que se hace. Ella se propone ser atractiva y lo consigue.
Me resultan muy atractivas las personas que saben escuchar de forma activa, poniendo interés en lo que se les cuenta como si, en ese momento, sólo el que les habla existiera en el mundo.
Si, además de escuchar, la persona es natural, espontánea, lejos de marcas y apariencias deslumbrantes, empatizo mucho mejor con ella y me da la posibilidad de que yo actúe de la misma forma.
¿Escucha, es sencilla  y educada? Va aumantando su atractivo por momentos. Se nota que domina su temperamento, que goza de buen humor, que demuestra calma ante los imprevistos, que sabe contar hasta mil antes de decir una impertinencia y que emana equilibrio. En definitiva, es una persona pulida, cultivada y esforzada en mejorar.
¿Se interesa de verdad por los demás?, ¿es optimista?, ¿está disponible cuando es cierto que se la necesita?, ¿tiene en cuenta a los otros?, ¿sonríe más que menos?...
Todos esos ingredientes forman parte de lo que yo considero "ser atractivo".
Normalmente, la persona atractiva va envejeciendo bien, pues tiene ante la vida un buen talante, seguridad en sí misma y mucho temple. Ella da más importancia a lo auténtico y mira de lejos cualquier cosa que le pueda ensombrecer su "joie de vivre".
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Y es que, las personas realmente atractivas lo son porque son interesantes, porque tienen vida propia y aportan su personalidad, saben dar su nota y lo hacen con soltura y sin ningún tipo de afectación.
Generalmente son grandes lectores y están acostumbrados a vivir muchas vidas, a viajar por muchos lugares, a romper moldes, barreras y esquemas. Son libres y ese es para mí el verdadero secreto de su atractivo: su libertad.