KINTSUGI

Kintsugi (reparación de oro) es un arte japonés que se remonta al siglo XV y consiste en arregalr fracturas de los objetos de cerámica que con el tiempo o por accidente se han agrietado o sufrido algún desperfecto. Las fracturas se arreglan con la ayuda de un barníz de resina mezclado con polvo de oro y no sólo es un arte sino una filosofía de vida donde las roturas de los objetos son vistas como un elemento que embellece al propio objeto en lugar de afearlo; por encima de todo, valora al objeto.

Walter Riso es un psicólogo que cree que no somos felices porque hemos aceptado, de forma incondicional, creencias irracionales que afectan a nuestra salud mental. Hemos caído en un perfeccionismo psicológico y emocional que nos hace sufrir. Me encanta cuando dice que hay que atreverse a ser "maravillosamente imperfecto y escandalosamente feliz" liberando irracionalidades y dándonos más libertad. A nuestra cultura no le gusta la gente diferente, única, auténtica... y mucho menos los que se rebelan. Pero, para vivir mejor hay que ser realistas y no pensar que tenemos que ser "los mejores" sino "mejores"; sólo aceptando nuestras virtudes y nuestros defectos conseguiremos seguir el camino ligeros de equipaje.

King tzu kuroi es una corriente japonesa que se basa en que las imperfecciones sean arregladas de forma bella para que se integren en la historia del objeto, dándole así un valor añadido, pues da a entender que ha sido capaz de recuperarse. Y es que no deberíamos hacer un culto a la invulnerabilidad, pues eso nos hace sentirnos mal física, psicológica y emocionalmente. Somos imperfectos y si lo aceptamos de forma natural desarrollaremos la humidad necesaria para conocer nuestros límites y potenciar nuestras virtudes. Valemos por lo que somos, no por lo que tenemos. El respeto hacia uno mismo y la dignidad personal nos dan el coraje suficiente para superar los defectos y no tener que esconderlos.

En las personas, los vínculos lastimados y el corazón maltrecho pueden repararse con los hilos dorados del amor y volverse más fuertes. Cuando algo valioso se quiebra, una gran estrategia a seguir es no ocultar su fragilidad ni su imperfección y repararlo con algo que haga las veces del oro: fortaleza, servicio, virtud...