lunes, 2 de noviembre de 2015

WABI-SABI

Wabi-sabi es un concepto japonés, un término estético que describe objetos o ambientes caracterizados por su simplicidad rústica.

Combina la atención a la composición del minimalismo con la calidez de los objetos provenientes de la naturaleza. Es la apreciación estética de la evanescencia de la vida.

El hecho de no poder definir el concepto es lo que lo convierte en algo tan especial y sagrado. Casi todos los japoneses sienten el wabi-sabi pero no lo saben explicar con palabras.

Su idioma es apropiado para comunicar matices de humor, vaguedad y la lógica del corazón. No entienden el término a través de la razón sino de la emoción. ¿Se podría decier que es el "zen" de las cosas?

Sólo puede llegar de pensamiento a pensamiento, no a través de palabras (escritas o habladas) que son un obstáculo para su verdadera comprensión.Es un fín en sí mismo que nunca puede llegar a captarse del todo.

 "A quienes sólo anhelan que florezcan los cerezos
¡cómo me gustaría enseñarles la primavera
que resplandece desde unas matas de hierba verde
en la aldea de la montaña cubierta por la nieve!" 

El wabi-sabi es la antítesis de lo monumental, espectacular y duradero. Tiene mucho más que ver con los momentos de asentamiento y principio en la naturaleza. Es lo más intranscendente y oculto, lo provisional y lo efímero: las cosas son tan sutiles y evanescentes que resultan invisibles a la mirada ordinaria.



Es la comprensión de la belleza que reside en lo modesto, en lo rústico, en lo imperfecto... meláncolica belleza en la imparmanencia de las cosas...

El inestimable contenido debe permanecer ahí, de forma completamente auténtica; debe estar como si no estuviera. Debería ser descubierto accidentalmente pues en principio no se sospecha de la presencia de nada extraordinario, sin embargo, detrás de un examen más atento, una mina de auténtico oro brilla de forma inesperada. Pero el oro, en sí mismo, permanece siempre auténtico, se le haya descubierto o no. Retiene su realidad, su autenticidad para sí mismo, indiferente a las circunstancias.


"En el bosque, profundamente enterrada en la nieve, en la noche pasada, una rama de ciruelo abrió sus flores". (poema del siglo XII). 

Después de todo lo escrito se me ocurre que el wabi-sabi también se puede aplicar a las personas. A medida que voy madurando valoro más a aquéllas en las que intuyo que hay algo muy valioso en su interior y en lo maravilloso que será irlo descubriendo. No me gusta el brillo y el oropel, prefiero lo sencillo y auténtico, el oro puro de la calidad humana frente a las ridículas apariencias y el cursi snobismo...

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