jueves, 26 de octubre de 2017

EL SIGNO

No hables a todos de las cosas bellas esenciales.
No arrojes margaritas a los cerdos. Desciende el nivel para no humillar ni desorientar a tu interlocutor.
Sé frívolo con los frívolos..., pero, de vez en cuando, como sin querer, como sin pensarlo, deja caer en su copa, sobre la espuma de la frivolidad, los pétalos de rosa del Ensueño.
Si no reparan en él, recogelo y vete de su lado, soriente siempre: es que para ellos aún no llega la hora.
Más si alguien coge el pétalo, como a hurtadillas, y lo acaricia, y aspira su blando aroma, hazle enseguida un discreto signo de inteligencia...
Llévale después aparte; muestra alguna o algunas de las flores de tu jardín; háblale de la divinidad invisible que nos rodea... y dile la palabra del conjuro, el ¡Sésamo, ábrete!, de la verdadera libertad.

Amado Nervo (fragmento de su libro "Plenitud").

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