Su mayor atractivo para las mujeres es que emite mucha masculinidad, es aventurero, creativo y capaz de tomar en la vida tantas iniciativas como le sea posible. Está como lleno de misterio y, cuánto más se le conoce más misterioso se vuelve.
Se interesa tanto por lo cercano e inmediato como por las cosas lejanas y piensa más con la cabeza que con el corazón, por eso conoce mejor el mundo exterior, el objetivo, porque sus herramientas son el razonamiento y la lógica y no la intución.
Aunque la inteligencia y la claridad predominen en su mente, aprende de la mujer la absorción de la realidad de una forma más sosegada y así comprende las cosas de forma más completa que si se dejara llevar sólo por la impulsividad que le caracteriza.
Al ser creativo, siempre está haciendo cosas y pone tal empeño, tal entusiasmo, que se agota. Pero le compensa porque es sólido, decidido y seguro y ha aprendido a reconvertir su agresividad innata en iniciativa y aventura, en exploración de lo desconocido. De ahí se deriva que sea tan ameno y divertido, porque tiene mucho que contar, que compartir, y disfruta haciéndolo...

Jamás interfiere en la vida de los demás, pero tampoco consiente que los demás interfieran en la suya. Lo más importante para él es su dirección en la vida, su misión, su búsqueda de la verdad e ir contra ello sería como ir contra su propia esencia. Tiene ya superada la relación íntima "al viejo estilo" basada en que el hombre controla y la mujer otorga, porque sabe que eso produce dolor y una dependencia poco saludable. También tiene superada la relación "al estilo moderno" que se basa en la independencia y la equidad de ambos pero que, al ceder tanto de una y otra parte, se pierde la atracción entre ellos, llegan a parecerse demasiado...
Rompedor e innovador, él propone dar un paso más allá de la dominación masculina, del feminismo idealista y de la relación fifty-fifty, sin perder nada del territorio ganado. Sólo celebrando las atractivas diferencias entre las cualidades de ambos sexos podrán abrir sus corazones y se podrán ofrecer los dones únicos que residen en lo más profundo de su esencia sexual, emocional y espiritual.
Relacionarse, para él, es algo que se hace, un proceso en que las dos personas se van conociendo cada vez más y mejor. Se crea un mundo nuevo, algo que nace de los dos y que antes no existía. Este fenómeno les hace cambiar y conocer la unión, la apertura, la confianza... ¿el amor?
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