Me encanta este "arquitecto" contemporáneo al que también admiro como persona. Me parece que tiene una mirada inteligente y limpia y jamás deja de sonreír...
En su obra, consigue una integración perfecta del entorno (paisajístico y urbano), la belleza, la vanguardia y la utilidad. No creo que se pueda pedir más.
Lo cierto es que, cuando yo "experimenté" la cúpula que llevó a cabo en el "Reichstag" (Parlamento) de Berlín, no tenía ni idea de quién era, pero me impresionó de tal forma que empecé a interesarme por él y por su trayectoria (rica e interesantísima).
En una entrevista que leí hace mucho tiempo en un diario londinense, fuí anotando las cosas que decía con la mayor naturalidad, llenas de sentido común y de una claridad meridiana. Al preguntarle qué pensaba del hombre "de éxito", el contestaba con mucho sentido del humor: "es aquél que antes de obrar piensa y planea lo suficiente como para formar en su mente una imagen indeleble de aquello que desea construir o producir en este mundo. Con el respaldo del agente financiero de su habilidad creadora él se sirve de su fuerza de voluntad (contratista), su minuciosa atención (carpinteros) y su paciencia mental (necesaria mano de obra) para materializar en la vida real el resultado o el objeto que desea".
¡Estupendo Norman Foster!, ¡sabe hacia donde se dirige y jamás detiene su marcha!
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