miércoles, 3 de junio de 2015

VILLA ROTONDA

Andrea Palladio (Padua 1508) se formó en un taller de cantería y más tarde, en Vicenza, se inscribió en un gremio de constructores. Cuando tenía 30 años entró en contacto con el humanista que sería su mecenas, Trissino, gracias a lo cual pudo viajar a Roma y conocer "in situ" las ruinas clásicas. Fue su protector quien acuñó para él el apelativo de "Palladio" (en evocación a Palas Atenea).

Alcanzó un gran prestigio en la región del Véneto con su palacios y villas suburbanas. Muerto Trissino entabló contacto con otro gran protector, Barbaro, gran conocerdor de Vitrubio que le presentó en los círculos humanistas y culturales de la esplendorosa Venecia, llegándole a convertir en su "Arquitecto Mayor".

Palladio escribió: "Cuatro Libros de Arquitectura" en latín vernáculo e ilustrado por él mismo. Se plasmaba su conocimiento de los clásicos, sobre todo de Vitrubio, y sentaba las bases de un nuevo lenguaje arquitectónico basado en la proporción y los órdenes arquitectónicos antiguos. Sus ideas transcendieron fronteras y se difundieron por Europa en los siglos XVII Y XVIII. Pero fue en las Islas Británicas donde tuvo tal acogida que el barroco fue casi inexistente.

En sus villas palladianas me parece destacable que, además de ser concebidas para el recreo, fueron pequeños centros de producción agrícola. De todas ellas la que más me gusta, por varias razones, es "La Rotonda" (Villa Capra 1566) porque tiene un espacio principal circular cupulado en torno al cual se suceden en perfecta simetría las distintas estancias inscritas en un área delimitada por una circunferencia imaginaria y cuatro elegantes fachadas inspiradas en los pronaos de los templos griegos.

Se inspiró en la cúpula del Panteón de Roma, el lugar que más me ha impresionado en mi vida y del que me quedé prendada para siempre después de ver entrar una fina lluvia en el templo a través de su abertura y la belleza en movimiento que producían los infinitos matices de color cuando pequeños rayos de sol atravesaban el agua...

Y ésta es la cúpula que Palladio realizó en su Rotonda. Una imagen, en este caso, vale más que mil palabras y ahora sí, me despido de vosotros hasta que vuelva de mi viaje a Inglaterra... Esta noche duermo en Bristol, pero mañana estaré en Bath...


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