miércoles, 12 de agosto de 2015

UN GRUPO DE NOBLES DAMAS

Retenidos por el mal tiempo en un museo municipal, los miembros del "Club de Naturaleza y Arqueología de Wessex" deciden entretenerse contando historias curiosas de "hermosas damas, de sus amores y odios, de sus alegrías y desdichas, de su belleza y su destino".

Sus heroínas se revelan intrépidas y temerarias, capaces de contagiarse de viruela para disuadir a un pretendiente no deseado o de abandonar a un marido hosco y cruel para seguir a un amante hasta los confines del mundo.

Bodas secretas, hijos ilegítimos, aventuras furtivas y muchos errores impulsivos que sólo se reconocen con el paso del tiempo componen la sustancia de estas narraciones que celebran la independencia y la pasión al mismo tiempo que advierten, con un delicado escepticismo, de las imprevisibles vueltas de las ruedas del destino.

De las diez narraciones, seis fueron publicadas en la revista Graphic, en el número especial de Navidad de 1890.

Thomas Hardy, el autor del libro, quiso superar el "naturalismo" y no empezó a escribir hasta los treinta años, aunque su vocación literaria apareció mucho antes. Primero se ganó la vida como ayudante de un arquitecto, pero luego se lanzó a la escritura hasta el final de su vida.

Helen Hallingham, magnífica acuarelista e ilustradora de libros de la época victoriana, colaboró con él en alguna de sus obras y como estaba casada con un intelectual, serio e intransigente, que le doblaba la edad, no fue nada extraño que entre los dos surgiera una atracción mutua. No voy a entrar en detalles, pero fijándome en las dos imágenes me pregunto: ¿no tienen mucho en común? Yo creo que sí...
Además, el libro comienza así:
"Repertorio de damas cuyos ojos radiantes a la lluvia inspiran" (D´allegro)

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