lunes, 1 de febrero de 2016

LA BELLEZA DE LO EFÍMERO


A VECES queremos que la belleza de una rosa,
su olor, su color, su perfección, sea algo permanente.

Aceptar que no lo es, que todo es efímero y se transforma
es parte de la despedida de ese momento de encuentro único.

Nos duele y nos conmueve, que sus pétalos caigan al suelo que amoroso los recibe
encargándose el viento de esparcirlos
formando parte del adios.

Esther de Andrés García

 

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