En la mano, llevan una pequeña rama de "cornejo" que, a veces, se adorna con cintas; con esa rama, los niños tocan a todas las personas de la casa mientras pronuncian buenos deseos. Como los niños son puros e inocentes, se piensa que sólo pueden aportar cosas buenas y así el Año Nuevo comienza bajo el sigo de la pureza y las bendiciones.
Esta "bonita tradición" es muy respetada y no hace falta que se lleve a cabo exteriormente, pues también en nuestro interior, cuando estamos estrenando el nuevo año, podemos pensar en que la primera visita que vamos a recibir y a acoger sea la de "la luz" para que todo nuestro año sea iluminado.
¡¡Feliz Año Nuevo 2017 a todos mis lectores!!
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