jueves, 3 de enero de 2019

EL PAPEL PERDURA

Dos de cada tres personas siguen leyendo libros, sobre todo en papel. La amenaza del e-book que muchos editores veían a principios del siglo XXI ha cambiado de aspecto. Jeff Jarvis, un apóstol de la revolución digital, cargaba contra los libros por ser unidireccionales, por no abrir puertas, por no incorporar enlaces, por ser demasiado largos. También Jeff Gómez, en la portada de un libro que publicó en 2007, decía : "El libro impreso está muerto: libros en nuestra era digital".

Sin embargo, en España - según la Federación de Gremios de Editores - el libro de papel produce una ganancia de 900 millones de € y el digital 30. Han surgido nuevas librerías independientes (boutiques o bares) y se editan libros que son un verdadero canto al papel como "Paper. Paging through History" (Papel. Hojeando la Historia), escrito por Mark Kurlansky y editado por Norton, en el que el autor asegura que el papel nos guiará a lo largo del siglo y nos recuerda que entró en la Europa cristiana a mediados del siglo XII a través de España.

El papel aguanta el vendaval digital, pues está demostrado que se retiene mejor cuando se lee un libro impreso ya que las pantallas pueden inhibir la total comprensión del texto debido a la distracción que ofrecen. No en vano, el 92% de los universitarios afirman que se concentran mejor leyendo el texto en papel, ya que les permite una mayor memoria visual.

El neuropsicólogo Álvaro Bilbao ha escrito un libro que se llama "Cuidar el cerebro" en el que sostiene que poder tocar, oler, sentir el peso del libro, experimentar que uno avanza según pasa las páginas, puede resultar mucho más placentero ("Aquellas cosas que despiertan nuestros sentidos hacen que se active el hemisferiio derecho del cerebro, que está más relacionado con el mundo de las emociones").

Por otra parte, la belleza del objeto, ese placer tan "vieja escuela" de recorrer la librería (o librerías), el placer de coleccionar, las anotaciones al margen, las flores secas o pasajes de avión a modo de marcapáginas, su ayuda para crear un ambiente acogedor, el mensaje que portan cuando son regalo... hacen que el libro de papel sea inolvidable, algo humano, tangible y con la posibilidad de ser tocado y acariciado, algo que es impensable en sus enemigas más virulentas en la actualidad: las famosas redes sociales.

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