domingo, 13 de noviembre de 2016

EL GRIAL

A pesar de que la Edad Media tenía un pensamiento simbólico, después de cincuenta años de escritura incesante quedó construído el mito del "Grial" (entre los siglos XI y XII).
Chrétien de Troyes, en su "Cuento del Grial", nos presenta a Perceval, un joven que vive con su madre en la yerma floresta solitaria.
Un día queda extasiado ante el despliegue cromático y el ruido del metal brillante de los escudos contra las ramas de los árboles de unos Caballeros que llegan al bosque. Para ser como ellos, debe pedir las armas al rey Arturo. No lo duda y un día parte en busca de ese brillo y color dejando a su madre, quien, al verlo marchar, muere de pena. Él la ve caer, pero sigue adelante...

Cuando llega a Camelot, la corte del rey Arturo, todo el mundo se ríe por su ingenuidad menos una bella doncella que hacía mucho que no sonreía y le dice: "tú serás la flor de la Caballería" (pues el Caballero del Grial es un elegido, un predestinado en contra de todas las apariencias). El joven logró su formación caballeresca y dejó la corte en busca de aventuras.

Llega a un Castillo, que surge como una aparición maravillosa (el más allá) y que pertenece al Rey del Grial; allí es acogido por el rey Pescador´. Durante la cena, un cortejo atraviesa la cámara y llega una doncella que transporta el "graal"; su luz produce una claridad tan grande que hasta las numerosas velas pierden su brillo. Ve como todos desaparecen en la sala contigua.
Pero no pregunta ¿qué es el Grial?, no se atreve, y no es capaz de crear la comunicación con lo que no se ve. El héroe ha de tomar la iniciativa y construir el puente entre lo humano y lo divino, pero él no lo hace y se va...
Regresa a Camelot y una "doncella muy fea" le dice que ha fracasado por el pecado que cometió con su madre, eso le trabó la lengua. Amargado, desaparece durante cinco años, perdido, alejado de la luz y de la vida eterna. Un Viernes Santo se encuentra con un ermitaño que le desvela los misterios del Castillo del Grial: el rey Pescador es el hijo del Rey del Grial, el Rey al que sirve el Grial en la cámara vecina (Dios Padre oculto, al que no vemos...)
Y aquí se interrumpió el cuento de Chrétien de Troyes...

En las continuaciones, la búsqueda es una empresa caballeresca colectiva; todos pretenden buscar el Grial, pues su pérdida ha supuesto la desolación de la Tierra. La búsqueda es la misión de la Caballería.
Más tarde, un autor anónimo introdujo a Galahad, un caballero puro que no necesita preguntar porque lo ve (y ver es conocer). En la ópera de Wagner, Parsifal es capaz de sentir compasión y dice: "die wunde, die wunde..." (le duelen las heridas del rey Pescador).

En pleno siglo XXI yo creo que la enfermedad del rey Pescador consiste en que el ser humano no da importancia a los valores espirituales, está alejado de la divinidad y eso le hace sentirse solo e insignificante. Ha separado la intución de la razón y ha dejado secar su alma, que es la única que le podría vivificar. El retorno del Grial es algo que muchos anhelan, pero pocos se atreven a ser "héroes" y a seguir su propio camino de evolución...

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