jueves, 26 de diciembre de 2019

GAUDÍ Y QUIJANO

En 1878, Antoni Gaudí obtuvo el título de arquitecto en Barcelona y empezó a trabajar en el taller del artesano Punti, donde proyectó y se construyó su propio pupitre de dibujo. Allí conoció al comerciante de guantes Comella quien le encargó una vitrina para la Exposición Universal de París y fue - a través de ella - cómo conoció al famoso mecenas Eusebi Güell.

El joven arquitecto se sentía muy comprometido con la construcción y dedicaba más esfuerzo a la realización de la obra que a su diseño. Más tarde diría: "He cansado mucho a los que trabajan conmigo, procurando siempre mejorar las cosas, pero nunca las he dado por buenas hasta que me he convencido de que no podía perfeccionarlas más. Yo soy un artesano con conocimientos de arquitectura".

Eusebi Güell estaba casado con una hija del marqués de Comillas (Antonio López y López) y Gaudí fue ayudante de Martorell cuando realizó el Palacio de Sobrellano y el encargado del mobiliario de su Capilla. Su mecenas (Güell) le fue introduciendo en la élite catalana y su nombre se fue abriendo camino entre ella.

Fue presentado a don Máximo Díaz de Quijano, abogado, culto, escritor, amante de la música y de las plantas, soltero, con la salud delicada y cuya hermana estaba casada con un hermano del marqués. Sentía un gan anhelo de manifestar su fortuna a través del buen gusto, del progreso y de la modernidad haciéndose una casa de verano cercana al Palacio, en la parte occidental.

 Según Gaudí: "La arquitectura crea el organismo y por eso éste debe tener una ley en consonancia con las de la naturaleza: los arquitectos que no se sometan a ella hacen un garabato en lugar de una obra de arte". Ambos se entendieron a la perfección, la cualidad se encontró con la oportunidad y don Máximo le brindó la posibilidad de hacer una verdadera obra de arte.

El arquitecto nunca estuvo en el solar, pero tuvo muy en cuenta el lugar para el diseño y la distribución de los espacios de la vivienda, ubicada en un bosque de castaños en pendiente con una inclinación del terreno expuesta al norte hacia un valle que descendía gradualmente hasta el mar. Orientó la construcción de forma que las zonas de día estuvieran abiertas al valle y elaboró una minuciosa maqueta de la vivienda, junto a unos planos muy detallados, que entregó a su amigo y compañero de facultad Cascante, para que ejecutara la obra, pues en ese mismo año (1883) Gaudí estaba llevando a cabo la Casa Vicens en Barcelona. Se ponía así en marcha la construcción de "Villa Quijano".

No hay comentarios:

Publicar un comentario