martes, 12 de febrero de 2019

IMPULSO

El buen impulso es medido y consciente, es una metafortaleza que une motivación y cognición, que nace de una decisión voluntaria creada después de un proceso cognitivo. De esa voluntad cognitiva, la razón genera una emoción capaz de movilizarnos para conseguir grandes gestas y no escatimar esfuerzos.

No tiene nada que ver con la impulsividad, pues el impulso no es más que la fuerza motivadora que la razón puede crear a partir de un proceso de análisis, por eso nos lleva a tomar las riendas de nuestra vida y de nuestras decisiones. El buen impulso no es el compulsivo, sino el reflexivo.

Nuestra vida no es más que el resultado de las decisiones que tomamos y de las que dejamos de tomar. Sabemos que la vida es cambio y que necesitamos tanto la calma como el reto para podernos convertir en quienes estamos destinados a ser. La vida es incontrolable y hay momentos en los que nos sentimos estresados, sentimos miedo, sentimos angustia y cierta sensación de desamparo que nos deja sumidos en una profunda tristeza.

Sin embargo, eso no implica que no busquemos activamente la serenidad pues disponemos de "homeostasis": nuestro cuerpo y nuestra mente toleran ciertos niveles de tensión motivacional, pero pasados esos niveles, necesita hacer algo para recuperar el nivel homeostásico.

Cuando estamos demasiado excitados nuestro cuerpo nos lanza un mensaje para que busquemos la calma. Nuestra mente necesita tranquilidad tanto como activación y por eso, en períodos de estrés, necesitamos recuperar nuestros depósitos de sosiego y hacer algo para compensar esos niveles de tensión.

La luz tamizada de un bosque, el sonido de la lluvia, los colores y las fragancias de las flores mientras damos un paseo por el campo en cualquier estación del año nos templan el alma y es algo que tenemos al alcance de la mano sin grandes gastos ni esfuerzos. Una mente calmada piensa mejor y con mayor profundidad y si desarrollamos la paciencia contemplativa aceptaremos y observaremos lo que nos rodea con amabilidad...


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