lunes, 9 de febrero de 2015

PYGMALIÓN

El 11 de noviembre de 1914 se estrenó en Londres una obra de teatro cuyo título era "Pygmalión" y su autor Bernard Shaw.

Se trataba de un estirado profesor de fonética británico que conocía a una florista poco cultivada a la que pretendía, por una apuesta, refinar y enseñar a hablar correctamente en el heroíco tiempo de seis meses.

Parecía una pieza cómica, de alta comedia, divertida e ingeniosa, cuya introducción didáctica a la fonética no le hacía aburrida, sino todo lo contrario.

Sin embargo, subyacía un transfondo mucho más interesante y era que el autor, de forma muy sutil, ponía de manifiesto que, en realidad, lo que se producía era la utilización de un ser humano por otro y eso iba contra lo más sagrado.

Creo que es justo dar a conocer el dolor que le produjo, desde el primer momento, que el productor de la obra, que se empeñó en protagonizar, Tree, hiciera unos cambios sobre la misma que la desvirtuaron. Quizá, sin ellos, no hubiera tenído un éxito de público tan clamoroso, pero a los autores hay que respetarles su obra por encima de todo.

Perteneciente a la Fabian Society, grupo de personas inquietas que quería mejorar la sociedad mediante la razón y el intelectualismo, en esta obra apostaba por un final abierto, pues en la vida nada es definitivo...

 La obra constaba de un prefacio y cinco actos y en ella lo que Shaw quería manifestar era la evolución de la persona contra el estancamiento vital. Proclamaba la necesidad de una enseñanza básica para el progreso de la Humanidad. Pasaba de la mujer débil y sensiblera a la fuerte e independiente en la que la razón y los sentimientos buscaban ya cierto equilibrio. Utilizaba su británico sentido del humor como instrumento para criticar y satirizar a la sociedad y mostraba un claro antirromanticismo.

 La fonética era un tema que le preocupaba e importaba demasiado. Según él, el español y el alemán eran idiomas clarísimos, pero el inglés era tan mal hablado por ellos que ni ellos mismos lo entendían bien. Para no perder su tono de humor vamos a recordar un ejemplo que nos deje con una sonrisa en los labios:
¿Cómo se pronunciaría la palabra ghoti? pues, siguiendo las reglas:
. gh (laugh)-sonido "f"
. o (women)-sonido "i"
. ti (nation)-sonido "sh"
luego, la palabra ghoti se pronunciaría "fish"...

No olvidemos que la obra se llevó al cine y de ella se hizo una comedia musical (My Fair Lady), pero yo me quedo con la "auténtica" y con ello quiero mostrar mi respeto y admiración hacia este escritor inglés, de origen irlandés, considerado el autor teatral más significativo de la literatura británica posterior a Shakespeare y que, además de ser un magnífico y prolífico autor teatral (unas 50 obras) quiso despertar a una sociedad que necesitaba reaccionar urgentemente...



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