sábado, 16 de julio de 2016

MADELEINE DE SCUDÉRY


A pesar de que escribió novelas heroicas y galantes, además de una pequeña obra poética, Madeleine de Scudéry es conocida por su "Carte de Tendre" (el mapa de la ternura) que incluyó en el primer volumen de su novela Clelia.
Se trata de una representación alegórica del amplio territorio del amor que recuerda un tablero. Es el símbolo de un nuevo código femenino de comportamiento amoroso, en el que la pasión de los sentidos es eclipsada por la afinidad de las almas.
Ese mapa enseña, a quien es inexperto en cosas del amor, el camino peligroso que debe recorrer, limitado a la izquierda por el mar de la enemistad y a la derecha por el lago de la indiferencia, para acceder a los tres tipos de amor: el amor como reconocimiento, el amor como estima y el amor como inclinación.

Al amor como inclinación (la forma más deseable) se accede directamente, sin etapa intermedia, por el río de la inclinación, que atraviesa el mapa de un extremo a otro y desemboca más allá de la ciudad del amor tierno, en el mar peligroso, detrás del cual se perfilan las provincias aún desconocidas del amor.

Los esfuerzos de las mujeres por adentrarse en el mundo de la literatura, un reino dominado por los hombres, van acompañados de tentativas destinadas a oponer nuevas y más refinadas concepciones a la imagen masculina del amor, que oscila entre la idealización de la mujer (como en los poemas cortesanos), la voluntad de disponer de ella y el desprecio.


En este contexto, sinceridad e integridad son erigidas en valores de una estética femenina que vincula estrechamente modo de vida y literatura. "Las Preciosas" (siglo XVIII) tan ridiculizadas por Molière y entre las que se encontraba Madeleine de Scudéry, veían en el matrimonio, que sólo concedía al hombre la libre elección de su pareja, una institución de odio y de sufrimiento y abogaban por limitarlo en el tiempo.
Madeleine escogió el celibato y logró librarse de la tutela de su hermano mayor. Se inscribió en la tradición de la antigua poetisa Safo y abrió su propio salón, donde se cultivaba conversación elevada y un flirteo civilizado.
Me maravilla la creatividad de esta gran mujer para explicar algo tan profundo como el amor y el ingenio para plasmarlo en un mapa de ternura. Es muy importante no perder de vista que las mujeres que más han hecho por el feminismo son las que más han respetado, cuidado, valorado y potenciado la "feminidad". No imitemos los roles ni modos masculinos, somos complementarias de los hombres, jamás rivales...


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