miércoles, 20 de julio de 2016

SORPRENDENTE BALZAC

Me ha dejado bastante atónita saber que Honoré de Balzac (1799-1850), considerado por la mayoría el fundador de la novela moderna y preocupado por el detallismo descriptivo, tuviera la costumbre de acostarse al atardecer y mandar que le despertaran a media noche para escribir durante horas, bebiendo tazas y tazas de café y vestido con una túnica blanca...
Dinamizador de las letras francesas, con una personalísima forma de escribir y utilizando un lenguaje revisionista y refinado, hizo un atento estudio de la sociedad que le rodeaba y a la que criticaba con mucha gracia y un gran nivel se suspicacia.
Estudioso de lo moderno y con excelente humor introducía un anecdotario muy divertido; siempre tuvo presente la figura del "dandy" (ese gran sujeto, corsario de guante amarillo y que sigue los dictados de la moda) como uno de sus mejores pasatiempos.
Fue por eso por lo que se decidió a escribir "Tratado de una vida elegante",  un manual para desenvolverse con naturalidad, astucia y sagacidad en sociedad. Lo publicó en 1830 para inaugurar la serie "Patología de la vida social".


Dandismo era una etérea corriente de la moda masculina que alcanzó su esplendor en el Romanticismo y  que se refería a un excesivo atildamiento en el vestir. La exageración de sus rasgos llevó a acuñar la denominación de "petimetre". En su libro llevaba a cabo una peculiar historia de esa corriente, desde sus orígenes (la Regencia inglesa) hasta el decadentismo de finales del siglo XIX.


Con fina ironía y mucho sentido del humor nos presenta el retrato de este personaje social al mismo tiempo que un documento sobre las costumbres de su época. "Un hombre, al hacerse dandy, se convierte en un mueble de tocador, un maniquí extraordinariamente ingenioso, pero un ser pensante... ¡eso jamás"!
Nos ofrece un encuentro ficticio con el príncipe de los dandies, "el Bello Brummell", que se instala en Francia huyendo de sus acreedores.



La Editorial Impedimenta, una vez más, nos ofrece un producto muy cuidado con una magnífica traducción que hará nuestras delicias al comprobar cómo el sesudo narrador de "La Comedia Humana" también era capaz de crear obras menos densas y llenas de humor. Es bueno conocer a los escritores en toda su amplitud, pues de esa forma al releerlos los entendemos más y mejor y les damos el valor que realmente tienen.

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