Mostrando entradas con la etiqueta COLORES. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta COLORES. Mostrar todas las entradas

lunes, 11 de mayo de 2020

EL SONIDO DE LOS COLORES

Kandinsky llegó al arte abstraco - en gran medida - desde la música, que tuvo una gran incidencia en la pintura moderna en la década de 1910 del siglo XX. Se dio cuenta de que la pintura popular y la infantil representaban los objetos sin copiarlos y de que el arte árabe no necesitaba de la figura para hacer cosas bellas. Por su parte, la música provocaba la emoción por el simple juego de los sonidos, por eso en sus escritos incidió en su importancia recurriendo a intelectuales como Goethe o Delacroix que ya habían puesto de manifiesto cómo el sonido y el color impactan en el espíritu.

"El color es un medio para ejercer una influencia directa sobre el alma. El color es la tecla. El alma es el piano con muchas cuerdas. El artista es la mano que, por esta o aquella tecla, hace vibrar adecuadamente el alma humana". (Kandinsky).


"Los violines, los profundos tonos de los contrabajos y los instrumentos de viento personificaban para mí toda la fuerza de las horas del crepúsculo. Ví todos mis colores en mi mente, estaban ante mis ojos. Líneas salvajes, casi enloquecidas, se dibujaron frente a mí". (Kandinsky).


 ¿A qué suena el amarillo, rojo, azul o verde? Como sabemos, la música se capta a través del canal auditivo, se desenvuelve en la dimensión temporal y no puede ser percibida visualmente si no es por el empleo de la tecnología, pero la pintura discurre por el canal de la vista, siendo la espacialidad y la intemporalidad sus valores predominantes. ¿Qué pasa con los colores que componen esas pinturas y que nos provocan sentimientos que recorren nuestro cuerpo?

Kandinsky definió la sinestesia como un componente esencial del arte. Su pensamiento trataba de tres elementos: sonido, color y sentimiento e investigó profundamente en las relaciones consonantes y disonantes entre color y música. Los colores de sus pinturas ejercían dos tipos de reacción: la física (la visualización de la belleza de los colores agrada y dura mientras existe el estímulo) y la psicológica (conmoción emocional y desarrollo de la sensibilidad).

Y es que Kandinsky era "sinestésico", es decir que podía oír colores y ver sonidos porque experimentaba sensaciones de una fuente sensorial a partir de estímulos de otra modalidad distinta; tenía una respuesta sonora inmediata cada vez que tenía un color en su cabeza, por eso para él el color y el sonido era una unidad indisoluble y el cuadro una obra musical a componer.

Influenciado por la teosofía y el misticismo estaba convencido de que el artista puro es aquel que busca expresar sus sentimientos más profundos e ignora lo superficial. El arte que transmitiera lo esencial y estuviera vivo podría ser un remedio para una época enferma formada por una sociedad materialista, formalista y reaccionaria.

sábado, 18 de abril de 2020

EL CAMINO DE PÍO BAROJA

La novela de Pío Baroja titulada Camino de Perfección (como el libro de Santa Teresa) fue juzgado - en su época - por la crítica con cierta prevención. ¿Cómo interpretar una obra que parecía carecer de estructura, argumento, desarrollo o final coherente? Sin embargo, el autor argumentaba: igual que un cuadro impresionista no ofrece un producto acabado  y requiere un esfuerzo de interpretación mayor por parte de quien lo contempla, en mi novela yo propongo algo similar, pues mi nuevo estilo moderno (impresionista místico) condiciona al lector a participar más y a adoptar una postura menos pasiva mientras lee.

En su novela da gran importancia al Greco, pintor del Siglo de Oro español poco valorado por la crítica neoclásica pero reverenciado por los impresionistas, a quien consideraban su precursor. Baroja interpreta la palabra Camino como un proceso de transformación con connotaciones estéticas, por eso su protagonista lleva a cabo un continuo peregrinaje y, en cuanto a la luz y los efectos que ésta produce en el paisaje, según sus cambios a lo largo del día con sus consecuentes alteraciones de color, consigue en su narración (como los impresionistas) que adquiera una importancia fundamental.

Como el impresionismo, él también da contornos imprecisos: "Al entrar, no percibía más que unas cuantas luces, después se iba viendo el altar, luego se percibían contornos de mujeres, caras duras, renegridas, tostadas por el sol, rezando con un ademán de ferviente misticismo".

El final del libro resulta confuso, si se le interpreta con técnicas tradicionales y es ilógico según los parámetros realistas, pero utilizando el marco del impresionismo Baroja nos presenta un final abierto... Para él, lo importante no es el producto final de la obra, sino el método de interpretación de la realidad y la forma subjetiva y múltiple de definirla. En la ascética, el individuo se esfuerza por perfeccionar su espíritu mediante la voluntad y en su narrativa Baroja aspira a una perfección literaria.

Su arte fue consdierado "insultante", pues la espontaneidad, la contradicción, el subjetivismo y el apasionamiento eran palabras que se podían asociar bien al impresionismo y al ascetismo, pero estaban muy lejos del realismo imperante.

"A lo lejos se veía un pueblo envuelto en una nube cenicienta". "Sus torres y  pináculos se destacaban perfilándose en el azul intenso y luminoso del horizonte". El escritor utiliza el color, no la forma; sitúa colores puros junto complementarios (puntillismo usado por los impresionistas) con el fín de que sea el lector quien los mezcle.

"Al ocultarse el sol se hizo más violácea la muralla de la sierra; aún iluminaban los últimos rayos un pico lejano del poniente y las demás montañas quedaban envueltas en una bruma rosada y espléndida, de carmín y de oro, que parecía arrancada de alguna apoteosis de Tiziano".

martes, 5 de agosto de 2014

CRISTINA DE LA HOZ

Cristina de la Hoz (1969) es una pintora santanderina que reúne la ingenuidad, coraje y autodidactismo propios del naif. Su pintura acrílica se inspira en lo que la rodea, en lugares que ha conocido o en sus propios sueños, a través de una mirada muy personal, llena de vida y de imaginación.

Demuestra un gran amor hacia los animales, pinta unos cielos con globos, su pintura está llena de color, alegría y buenos deseos... a través de ella busca su propio bienestar y quiere compartirlo con los demás. Hizo su primera exposición en Teruel y ahora lleva más de treinta muestras  (que lleva a cabo sola o junto a otros pintores de su estilo) en Polonia, Rumanía, Israel, Cuba, Dinamarca... y en España, por supuesto.

La esencia de sus cuadros brota del campo anímico de la inocencia y de la sencillez. No renuncia a ellas porque pondría en peligro el clima específico de su arte. A lo largo de los años ha perfeccionado su técnica y se mueve con más libertad en la materia de su composición. No ha perdido sensibilidad ni receptividad y por eso no se repite, porque cuando eso ocurre se pierde espontaneidad, frescura, autenticidad... Y eso es lo que me gusta de ella, su "autenticidad".