Ana, séptima duquesa de Bedford, una tarde de verano se encontraba un poco desfallecida entre la hora del almuerzo y la cena y pidió una taza de té, pan con mantequilla y unos pastelitos. Más tarde invitó a algunas de sus amigas para que lo compartieran con ella.
Cuando la costumbre salió a la luz pública tuvo una gran aceptación y el concepto de una comida pequeña con exquisiteces empezó a conocerse como el té de la tarde (afternoon tea).
En el siglo XVIII aparecieron los primeros Salones de té en los que se llevaban a cabo tertulias y espectáculos artísticos de diferentes tipos. En 1900 se extendieron también a los grandes hoteles, pues la gente de alto poder adqusitivo se había aficionado a frecuentarles.
En Bath hay en la actualidad varios salones de té, pero voy a destacar cuatro de todos ellos. Simplemente pondré las imágenes, pues un buen salón de té (como una buena librería) nos tiene que sorprender...
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