Joshie Sakai está especializada en "artes tradicionales de Japón" y lleva más de treinta años residiendo en España y enseñando la cultura japonesa.
En 1970 se licenció en koto, junto al laúd y el canto de acompañamiento. Ya en España (1981) toca también el piano y la flauta travesera e interviene en conciertos, recitales, festivales, jornadas musicales.
Ha colaborado con diversos músicos y no se ha cerrado ni a los instrumentos medievales ni a mezclar el tecno-koto. También ha utilizado "una réplica del arpa antigua egipcia" , siendo vocalista e intérprete en "La música en la era de las pirámides" (2001). En el 2011 sacó su primer álbum de koto en solitario ("The sound of koto").
Otra de sus destrezas es el ikebana, un antiguo arte que se basa en el respeto y el contacto con la naturaleza. Se trata de una disciplina en la que se prentende que la mente, el cuerpo y el alma estén interconectadas y armonizadas ("todo lo que ve una mente así, es una flor.... y todo lo que sueña es una luna...").
Se hace una composicón de motivos decorativos con flores, ramas, frutos, hojas, semillas... en la que todos los componentes son elementos orgánicos, con colores naturales, líneas elegantes y sentido de la disposición. Se trabaja en silencio y es como una especie de meditación. El minimalismo se muestra en que la figura se basa en un triángulo escaleno con tres puntos principales: el cielo, la tierra y el hombre (en perfecta coexistencia) y la paciencia
que se desarrolla al hacerlo aunmenta la tolerancia ante las diferencias.
Es, por tanto, un arte que relaja a nivel holístico la inteligencia, la sensibilidad y el cuerpo físico.
Para terminar, voy a hablar del haiku, que es una estrofa poética originaria de la literatura japonesa clásica que prentende expresar, en solo tres versos, un sentimiento breve y sincero surgido ante la naturaleza o ante emociones humanas.
"La hierba reverdece
sin ayuda de nadie
la flor crece".
(Masaoka Shiki)
Agradezco mucho a Yoshie el que, gracias a haberla conocido personalemente, me haya sensibilizado con la cultura japonesa y que ahora koto, Ikebana y haiku sean palabras plenas de significado y que entran, ya, a formar parte de mi vocabulario de forma natural.
Nada me gusta más que la relación humana y se acrecienta mi pasión cuando me llega sabiduría milenaria llena de delicadeza y respeto.
Arigatö gozaimasu (muchas gracias), Yoshie.
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