Esta adorable viejecita, ayer habría cumplido 99 años, pues nació 4 de mayo de 1916. Su nombre es Jane Jacobs y, aunque fue periodista y escritora tuvo un enorme peso específico en el mundo del urbanismo.
A pesar de que muchos han hablado de "las recetas de mamá Jane", refiriéndose a sus aportaciones, está plenamente vigente y más viva que nunca después de un siglo. Su sentido común y práctico le dio valor para enfrentarse al mismísimo Robert Moses, conocido como "master builder", urbanista amante de las autopistas, las ciudades dormitorio, frangmentadas, sin barrios, sin calles... el abanderado del ¿progreso?, ¿la modernidad?.
En 1961 Jane escribió su primer libro: "Muerte y vida de las grandes ciudades", proponiendo una vuelta a la ciudad humanizada, en la que la vida cotidiana se desarrollara gozosamente.
Había que propiciar un espacio que fuera el escenario de la vida diaria con todo su dinamismo y vitalidad, que posibilitara las relaciones con las demás personas y con el entorno, y que mantuviera lo viejo en combinación perfecta con lo nuevo. Defendió con todas sus fuerzas su casita de un barrio del sur de Manhattan que ahora está de rigurosa moda y es de las zonas más exclusivas: "Greenwich". Se decantaba más por la calidad que por la cantidad y pensaba que un ciudadano que se encuentra bien (la auténtica sociedad de bienestar) es más libre, cultivado, feliz y responsable. Muchos ciudadanos de ese tipo son los que crean una resistente red social cuyo hilo conductor es el alma.
Pero, ¿qué son Los Paseos de Jane (Jane´s walk)? Una iniciativa libre y autoorganizada que consiste en que un grupo de personas camine por su ciudad, observando y tratando de ver entre todos, lo que está bien, mal, se puede mejorar o transmorfar, comentándolo y fomentando una actividad que, además de lúdica, es útil. Empezaron en el 2007, para celebrar el aniversario de la muerte de Jane (2006) y se llevan a cabo por estas fechas para celebrar su cumpleaños y aprovechar el incipiente buen tiempo.
Me imagino lo contenta que se pondría si supiera que en el 2013, 500 ciudades eran recorridas por caminantes que paseaban por ellas manteniendo su espíritu de humanismo y civismo avanzado.
La importancia de habitar en un lugar en el que el ciudadano esté a gusto formando parte de una comunidad (barrio) que, a su vez, forma parte de algo mayor, es una forma de ver las cosas que vuelve a tener mucho sentido en la época actual, tan despersonalizada.
Somos sociables por naturaleza y la soledad absoluta y el autoabastecimiento no son todo lo satisfactorio que se nos pretende hacer creer. El bienestar emocional personal cuenta mucho a la hora de un bienestar colectivo y ayuda a afrontar los problemas urbanos con mayor serenidad y sensatez. Basta ya de parches propios de una actuación impulsivo-compulsiva y procuremos una actitud sosegada, con visión de futuro y con soluciones a corto, medio y largo plazo.
¡¡ Felicidades Jane, lo has conseguido !!
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