martes, 26 de agosto de 2014

UNA VIAJERA VICTORIANA

Susan Hale fue una escritora anglosajona que escribió un relato de viajes novelado cuyo título era "A family flight through Spain" (1883). Este libro no suele aparecer en las antologías o estudios sobre viajeras, a pesar de que tanto la biografía de la autora como su obra son muy interesantes.

Plantea el concepto del viaje, de cómo y por qué se viaja. Se percibe una mezcla de ideas transgresoras y emancipadoras con otras convencionales y colonialistas propias del postcolonialismo. No es un puro relato de viajes, sino que alterna la realidad con la ficción.

En el siglo XIX hubo cambios sociales, económicos y políticos así como grandes avances tecnológicos, sobre todo en el transporte. Se hizo así posible que "el grand tour" (recorrer toda Europa) propio de los jóvenes de las clases altas, se hiciera accesible para las clases medias, lo que supuso un gran avance y se dio paso al viaje de ocio o de placer (y no al simplemente educativo o científico) marcando el comienzo del turismo moderno.

En aquél momento creció el interés por los libros de viajes, pues eran guías y ventanas al mundo. Para las mujeres fue muy importante la popularización del viaje y su literatura pues les permitió salir física o metafóricamente de la esfera estrictamente privada en la que estaban confinadas.

Además de las cartas y las novelas sentimentales, los libros de viajes eran considerados de género menor (apto para mujeres), pero ellas tuvieron la habilidad de introducir y expresar, a través de ellos , sus conocimientos científicos, etnográficos, históricos, artísticos o culturales

El viaje a España era un tema recurrente, pues en ella encontraban   un universo radicalmente distinto al suyo en el que lo cotidiano podía sorprender hallando en lo primitivo, la magia de lo árabe, la sobriedad de lo medieval cristiano y la leyenda de las catedrales góticas, un aliciente enorme.

Aunque cuando Susan vino a España ya había pasado el Romanticismo y se estaba más en el Costumbrismo realista, ella buscaba lo antiguo, lo mítico, lo pintoresco... Aprendió español para poder comunicarse directamente con la gente, comía los mismos platos y se trasladaba sin difcultad de unos lugares a otros, a pesar de sus incómodos y encorsetados vestidos y su abundante equipaje de maletas y baúles...

Independiente y autónoma, como el resto de su cultivada familia, además de viajar realizaba otro tipo de actividades intelectuales (literatura, teatro, pintura, conferenciante...) y deportivas (nadaba, montaba a caballo, hacía ejercicio en plena calle).

Pero lo que más me gusta de ella es que no era feminista sino que con su estilo de vida y peculiar forma de estar en el mundo, demostró a los demás (y a sí misma) que se podían hacer las cosas de otra manera y, además, de forma práctica pues en todos sus escritos no sólo aportaba información útil y divertida sino que impulsaba a sus lectores a llevar a cabo una vida más dinámica e interesante.







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