Merlín (mirlo) se dejaba transportar por los trinos de los pájaros a un mundo fantástico y maravilloso. Amaba el corazón del bosque y la vida solitaria del errabundo. Gracias a su influencia nace Arturo a quien tutela y educa como si fuera su propio hijo.
El padre de Arturo, Uther de Pendragón, quería formar un grupo de fieles y valientes Caballeros que, bajo su mandato, defendieran lo justo, digno y valeroso. Los reuniría alrededor de una mesa redonda para que todos ocuparan la misma posición.
Para ello, pidió ayuda a Merlín, pues aquella creación maravillosa tendría que ver más con el mundo de la magia que con una tarea simplemente humana.
El mago pidió "7 días", buscó un trozo de madera de roble e invocando al cielo y a la tierra (el roble pertenece a los dos mundos) talló con sus propias manos una pequeña mesa redonda que cabía en la palma de su mano.
Lo similar engendra lo similar y en la siguiente noche de luna llena (prosperidad y abundancia) el objeto surgió a su plena realidad: aparecía en el mundo físico una increíble, majestuosa y redonda pieza de roble, las mesa más inmaculada sobre la tierra, con las inscripciones de todos los Caballeros menos uno (el que más tarde iría en busca del Santo Grial).
¿Por qué redonda? porque el círculo implica totalidad y es la más perfecta de las formas; simboliza la redondez del mundo, los astros y los planetas.
El sitio vacío lo llenaría el que fuera capaz de unir y equilibrar las fuerzas constructivas y destructivas.
Cuando falleció Uther le sucedió Arturo, pero siendo muy joven necesitaba la sabiduría y el consejo de Merlín. Lo primero que hizo fue desplegar ante sus ojos planos y grandes proyectos para Camelot. Le regaló una malla que le protegería de la muerte y un espejo mágico en que aparecería cualquier cosa que deseara ver; así, el joven viajaría mágicamente por todo su reino, ya que sus ojos transpasarían las murallas del castillo.
¿Qué representa el mago Merlín? Según Carl G.Jung es comparable al Mercurio Alquímico pues es "acompañante y consejero de todo aquel que se pone solo en el camino para buscar por sí mismo lo divino".
En realidad, es la fuerza espiritual que se oculta tras la Mesa Redonda, un ser portador de luz, que investiga los astros y accede con facilidad al subconsciente colectivo. Gracias a él podemos entender que el ser humano completo reúne tres dimensiones: la terrestre, la astral y la divina...
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