jueves, 31 de julio de 2014

ROSAMUNDE PILCHER



Rosamunde cumplirá 90 añitos el 22 de septiembre y es una de mis escritoras británicas contemporáneas favoritas.

Nació en Lelant (Cornualles), lugar que ha considerado como su verdadero hogar y principal fuente de inspiración. Siempre que puede vuelve a pasear por su playa y se sumerge en sus raíces, que son las que le dan fuerza para seguir adelante.

Recuerda que, cuando tenía 7 años, su padre le regaló un precioso cuaderno para que se entretuviera en un largo viaje en coche. Se lo pasó tan bien y le gustó tanto lo que había escrito y dibujado en él, que en aquél preciso momento decidió que, de mayor, sería "escritora". Lo que jamás habría imaginado es que llegaría a publicar treinta libros y más de cien películas (basadas en ellos). Con su obra "Los Buscadores de Conchas" consiguió su primer best seller  a nivel mundial.

Vivió una infancia feliz, junto a su madre y hermana, pues su padre trabajaba en el lejano Oriente (Birmania).

Su madre eligió un lugar precioso y alquiló una casa en Hayle Estuary, donde podían nadar, subirse a los árboles y jugar con amigos. Iban en un pequeño tren a St Ives, lugar al que se habían trasladado a vivir numerosos artistas y artesanos amigos de su madre.

 Su atmósfera, tan creativa, le marcó para toda su vida, siendo la pintura, la escultura, la cerámica... y los personajes más curiosos e interesantes, parte de su universo diario. Cuando su madre y hermana partieron para ir a ver a su padre a Burma, ella se trasladó a Penzance para asistir al colegio de unos amigos de la familia. Fue la manera de conocer otra parte de Cornualles con lugares llenos de encanto, como Coves Mount´s Bay.

Cuando empezó a escribir con asiduidad fue a los quince años. Al terminar sus estudios trabajó como secretaria en la Armada y después se unió a su servicio femenino. Más tarde trabajó para el Ministerio de Asuntos Exteriores y en 1946 se casó con Graham Pilcher. Se fueron a vivir a las afueras de Dundee (Escocia).


Allí, vivía como ama de casa y madre de cuatro niños y empezó a colaborar con revistas femeninas en las que publicaba pequeños cuentos de amor, con el pseudónimo de Jane Fraser.

En 1987, con el best seller ya mencionado, su vida experimentó un gran cambio y pasó a ser una escritora muy famosa. Había entrado en el mercado americano y eso le aportó fama y grandes ingresos.

Fue nombrada OBE (Orden del Imperio Británico) y en 2002 recibió el Premio Británico de Turismo.
Su elegante pluma es como una alfombra mágica que transporta al lector a lugares y sucesos en los que le hace sentir partícipe de sus historias. Muy pocos escritores tienen ese "don". Además, sus libros, una vez empezados no se pueden dejar, hay que llegar hasta el final...
Su destreza para descibir paisajes (internos y externos) sigue los pasos de otras grandes escritoras británicas, como Jane Austen o Las Hermanas Brontë. Te provoca la necesidad de viajar a la zona de la que habla con exactitud y minimalismo. Pero, lo mejor de todo, es que todavía disfruta escribiendo...







miércoles, 30 de julio de 2014

SOROLLA

Creador compulsivo, un temperamento encadenado a una predisposición espitiual: "pintar". Pintar, pintar y pintar, nada más; un jardín, una playa, un parque... sin disfraces, sin excusas, sin tiempo que perder. Pintar el mar, la luz, a su mujer Clota (Clotilde García del Castillo), su amor, su bastón, su musa...











Tener una familia, la que el cólera le arrebató a los dos años.Formarla y darle cobijo. Volver al hogar, porque hay un hogar donde volver, una casa donde seguir pintando.

Sorolla es el pintor de "la luz" y el gran maestro del Impresionismo español, un genio que tuvo el placer de disfrutar del éxito en vida y cuya obra, ajena a modas y vanguardias, ha llegado hasta nuestros días en plena forma.

Nació en Valencia (1863) y estaba enamorado de Madrid. Su obra, a lo largo de un siglo y medio, se ha ido revalorizando gradualmente. En él sobran los adjetivos, es simplemente el maestro de la luz, el que con su milimétrica y deliciosa mirada ha reflejado mejor y más intensamente el mar y la esencia mediterránea.

Era optimista, vitalista, muy amante de su familia y amigos y nada de las rencillas personales. Expuso en París, Londres, Nueva York, Chicago...y suscitó celos a los que jamás dio la menor importancia.

Llevaba una vida metódica y ordenada, dormía ocho horas y pintaba al aire libre. Siempre le acompañaba su pipa y era un gran amante del género espistolar (escribía a su familia a diario y, a veces, dos cartas en un mismo día).

 Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Valencia, donde conoció al hermando de Clotilde. Entró en una familia entrañable que le acogió, desde el primer momento, con los brazos abiertos. El padre era un reputado fotógrafo, muy cultivado que, al percibir el talento de Joaquín, le contrató como ayudante en su estudio de fotografía.

No es extraño, por tanto, que asimilado el lenguaje fotográfico sus cuadros obtengan la perfección perseguida. Su modelo era Velázquez y la forma de hacer la composición del cuadro (muy a menudo "en picado", como en el cine) tiene una gran similitud con la forma de enfocar de su maestro.

Las pinceladas de Sorolla demuestran energía, alegría y placer. Provoca que quien las contempla sonría. Nadie como él captó la
atmósfera "esmeralda" que tanto le fascinaba...


domingo, 27 de julio de 2014

CASABLANCA

Casablanca es una película americana dirigida por Michael Curtiz (1942) que trata del encuentro de un hombre y una mujer en esta ciudad marroquí.

Sus protagonistas son Rick Blaine (Humphrey Bogart) e Ilsa Lund (Ingrid Bergman).

Son dos antiguos amantes que se encuentran en el caos de la guerra. Ella está sentada en una mesa del Café Rick´s, al lado del piano de Sam, disfrutando en silencio de una canción que fue testigo del amor de ambos y que se llama "As the time goes by".
Yo creo que es uno de los encuentros más conmovedores de toda la historia del cine. Los ojos llenos de lágrimas de ella miran con tristeza y dolor a los de Rick, incrédulos, alegres y resentidos...

 Tuvieron una historia de amor en París, que acababa de ser tomada por los alemanes y, por circunstancias, se tuvieron que separar.

Las miradas y las escasas líneas del diálogo hubieran sido suficientes para mostrarnos, con la magia del cine en estado puro, lo que realmente ocurre cuando los opuestos se unen siguiendo la ley universal de la atracción.

Según este ley, todo lo que llega a la vida de una persona es porque ella misma lo ha atraído, es la mente la que la pone en movimiento. Los encuentros no son triviales sino, en cierto modo, dictados por un destino, se encuentran porque se han estado buscando. "Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos" (Julio Cortázar).

  Los polos se atraen, el polo masculino y el polo femenino se atraen y se crea una tensión erótica que libera energía, una energía "nueva". Y es que la vida no es lógica, es dialéctica y sólo el amor puede unir la contradicción, sin amor hay división. El amor une los polos y se forma la unidad.


Ilsa le ama apasionadamente y habría estado dispuesta a ganar el infinito junto a él, de dejarlo todo por amor, de romper la baraja... Pero él no se lo consintió.

Viendo que su generosidad y heroicidad le llevan a renunciar a su propia felicidad para cumplir su misión, la de salvar la vida y dar la libertad a muchos más, se siente profundamente atraída por un ser que complementa su esencia de verdad.



Rick arriesga su vida por la mujer que ama y por el hombre que admira y les ve partir en un avión rumbo a Lisboa.

Él, apresado en su triste destino, se queda en Casablanca y demuestra su amor, honor y lealtad.

Sólo, con un cigarrillo en los labios, jugando al ajedrez sin rival y con un vaso de bebida en la mano.

Forma de actuar genuinamente masculina por la que la mujer se siente atraída de forma irracional, pues es "eso" exactamente lo que a ella de verdad le complementa y le hace sentirse como un ser completo...


Nadie nos ha mostrado mejor lo desgarrador que llega a ser el romper de nuevo la unidad que, por unos momentos, se había vuelto a producir. ¿Será esta la explicación de por qué esta película es imperecedera? Yo creo que sí...










viernes, 25 de julio de 2014

LA MISTERIOSA DESAPARICIÓN DE AGATHA CHRISTIE

Esta magnifica escritora británica, que destacó por sus intrincadas novelas de misterio con personajes emblemáticos como Hércules Poirot y Miss Marple, fue protagonista, en la vida real, de una historia que, con mucho, supera la ficción...

En la noche del 3 diciembre 1926 desaparecía en la casa en que vivía cerca de un pequeño pueblo de Inglaterra. Había sido recientemente editado su 7º libro, "El asesinato de Roger Ackroyd" y, a pesar de ser un best seller, ella se mostraba algo nerviosa y deprimida. Su madre había muerto unos meses antes y su marido, un apuesto héroe de guerra, mantenía una aventura que no se esforzaba en ocultar.

Agatha desapareció. Había anunciado que salía a pasear, pero a la mañana siguiente su coche apareció a varios kilómetros de la casa con algunas de sus ropas y su identificación. La prensa especuló con un posible suicidio, un asesinato, una pérdida de memoria o, simplemente, un truco publicitario.

Unos días antes había escrito varias cartas, bastante confusas, a su marido y a otras personas. En una de ellas decía que se iba a Yorkshire a descansar y en otra, dirigida al jefe de policía local, aseguraba que temía por su vida. Como el lago "Silent Pool", que ella mencionaba en uno de sus libros, se encontraba cerca de allí, lo dragaron sin el menor resultado. Se intervinieron todos los teléfonos del marido y se organizó un grupo de 15000 voluntarios para buscarla en la campiña circundante.


Agatha se había ido a un centro de spa en la ciudad de Harrogate, donde se registró la mañana del 4 de diciembre bajo el nombre de Teresa Neel.

A los tres días y con su imagen en los periódicos, una persona la reconoció, pero ella se limitó a sonreír. El hecho fue notificado a la policía que llevó a su marido para identificarla. Al verle, ella comentó: "mi hermano acaba de llegar".

Días después el matrimonio se recluyó en su hogar y se llamó a varios médicos para que diagnosticaran qué le había ocurrido. Apuntaron, como bastante probable, que sufría una amnesia provocada por el profundo dolor que le producía a ausencia de su querida madre.

Cuando las aguas volvieron a sus cauces, le ingeniosa escritora se negó a difundir el asunto. Sin embargo, como buena británica, había conseguido un doble objetivo con la mayor elegancia: cambió de aires y expuso públicamente la conducta indadecuada de su esposo.

Como es lógico, en 1928 se divorciaba de una persona que no encontraba demasiado adecuada para ella, casándose más tarde con el arqueólogo Max Mallowan.

Una vez más se demuestra que la realidad supera al arte...











miércoles, 23 de julio de 2014

¿CAMBIAMOS?


Me da la impresión de que, el excesivo racionalismo y la falta de sensibilidad nos está llevando a la posibilidad de que el mundo se convierta en un verdadero páramo emocional, a pesar de los grandes avances tecnológicos de los últimos tiempos...

Necesitamos"cambiar", hacer cosas nuevas, inteligentes e interesantes que reconduzcan la situación. Existen ya muchas personas y Movimientos que no permanecen pasivos, sino que procuran aportar algo al bien común. Uno de estos Movimientos se llama el "Millonésimo Círculo" y proclama que cuando un número considerable de personas cambian su forma de pensar y de comportarse, la cultura lo hace también y comienza una nueva era.

Yo me atrevo a aportar mi granito de arena y propongo que empecemos con dos cosas (naturales y sencillas) basadas en el sentido común: retomar el placer de la conversación y de la risa.

Ahora que estamos en pleno verano y que tenemos más tiempo libre, ¿por qué no retomamos la buena costumbre de reunirnos para conversar? Una buena conversación no es una sucesión de monólogos sino una interacción muy productiva. No consiste en debatir ni en disputar; tampoco es un diálogo, sino un intercambio de sentimientos, informaciones y pensamientos en el que la interacción personal es más importante que el hilo conductor. No tiene por qué tener una dirección concreta. Los temas aparecen y desaparecen y se salta de uno a otro con la mayor libertad. Recordemos que, en el siglo XVIII la conversación se convirtió en todo un arte y llegó a su máximo apogeo.

 Por otra parte, "reírse" es elevarse por encima de las cosas, en vez de dejarse hundir por ellas. La risa es una expresión de alegría, un sentimiento vital positivo que relaja la tensión y hace que todo parezca más fácil. Compartir la risa crea una atomósfera de amabilidad, despreocupación y aceptación de la vida totalmente natural y espontánea...

En el momento que vivimos el "ser escuchado" es un verdadero lujo porque hace que nos sintamos comprendidos y que de verdad podamos compartir lo que llevamos dentro. Prestar atención a lo que se nos dice es el mejor y mayor acto de consideración hacia los demás. Si procuramos que ambas cosas funcionen de forma sinérgica, el resultado será fructífero para ambas partes. Todo ello, aderezado con fina ironía y sentido del humor, nos puede hacer sentir francamente bien...

Este pequeño cambio puede actuar como una piedrecita que se arroja al agua y hace un primer círculo, será una influencia que se explandirá como los anillos concéntricos y, cuando nos queramos dar cuenta, la influencia se habrá extendido hasta límites insospechados.

Nos lo podemos plantear como un pasito evolutivo y sacarle un buen rendimiento al descanso...




sábado, 19 de julio de 2014

LOS MACCHIAIOLI

Es increíbe, para mí, cómo este maravilloso cuadro, que se llama "Sueños" y está pintado por Vittorio Matteo Corcos (1896), me ha conducido a los Macchiaioli, pues su autor está considerado dentro de los neo-macchiaioli (corriente de realismo en la pintura italiana).

La palabra "macchia" siginifica mancha y de ella deriva el nombre de este Movimiento. En principio, fue utilizado en la prensa en tono peyorativo, pero más adelante el grupo lo aceptó.

Fueron los iniciadores de la pintura moderna en Italia y, a diferencia de los impresionistas franceses, que eran menos reflexivos, trabajaban mucho para contraponer la mancha clara con la oscura bajo la influencia de la luz.

Eran pintores que procedían de familias burguesas de Florencia y les unían, además del amor al café con ron, que tomaban en el Café Michelangiolo, unos ideales comunes. Allí tuvieron interesantes conversaciones a las que ponía gran atención el que más tarde sería mecenas del Movimiento, Diego Martelli. Les convenció para que se trasladaran a Castiglioncello, su bella propiedad en la Toscana, pues allí se sentirían más libres para captar la luz en toda su pureza, desligándose así de la vigente rigidez académica, desmoldando la esencia de su arte.

Una de sus caracterísitcas era el formato apaisado y el trabajo en franjas de color. Además del lienzo, quisieron utilizar la tabla, casi sin tratar previamente, que buscaban en el Puerto de Livorno entre las cajas de los pescadores...

A pesar del nuevo planteamiento plástico de las composiciones, el tema era tradicional para glosar las maravillas del pasado italiano. Buscaban, por encima de todo, "il vero" (la verdad) y pintaban al aire libre (todos juntos) una realidad que ellos mismos construían. Lo hacían con solemnidad, mucha poesía y reflexión buscando la verdad de la naturaleza.



Una vez cerrado el Café se trasladaron a Piagentina, donde conocieron al pintor francés Edgar Degas. Al proceder de la burguesía no solían implicarse demasiado y hacían una velada crítica social. Sin embargo, muchos de ellos participaron en conflictos bélicos y fueron auténticos cronistas con sus pinceles. Tendían a la unificación italiana que se basaría en los valores de la burguesía culta que ellos empezaron a plasmar en esta nueva etapa más interiorista, con una decoración "biedermayer" (sencilla, sobria, práctica y con cierta influencia neo-clásica que mostraba un ámbito afable y conformista).

En España hemos conocido este importate Movimiento gracias a una exposición que se llevó a cabo en la Sala Recoletos de la Fundación Mapfre (a finales del 2013 y principios del 2014). Se nos mostraba uno de los capítulos más brillantes de la modernidad de la pintura europea, adelantándose a los impresionistas franceses.

El grupo surgió en 1855 y lo formaban: Giovanni Fattori, Sivestro Lega, Telecamo Signorini, Giuseppe Abbati, Giovani Boldini, Odoardo Borrani... en torno a su mecenas Diego Martelli.








viernes, 18 de julio de 2014

UN PINTOR NAIF

Hay un pintor naif que se llama Tito Lucaveche que me encanta. Fue ganador de una de las Muestras que convoca la Galería Éboli, de Madrid, en la Casa de los Guzmanes (siglo XVI), cerca del Palacio Real.
Nacido en Chile, comenzó a trabajar su pintura (ingenua pero sabia), en el Madrid de los años setenta, atraído más tarde por el cálido clima del Mediterráneo malagueño.

Está considerado como uno de los mejores (en este tipo de pintura) porque define los contornos con mucha precisión, sus cuadros carecen de perspectiva y consigue una sensación voluménica gracias a su extraordinario colorido. Cuida mucho los detalles, es terriblemente minucioso y, aunque el dibujo puede ser incorrecto, su obra contiene una gran potencia expresiva.

Siempre me he preguntado de dónde vendría la palabra naif y he descubierto que viene del francés y quiere decir ingenuo.

Pero hay que entender la ingenuidad como la búsqueda de la simplicidad para ofrecer una visión del mundo sincera y exenta de artificios.

En contra de lo que se podría pensar, el naif no es infantil sino reflexivo, filosófico, irónico, surrealista, divertido... Hay tantos estilos como personalidades, pero a todos ellos les une el amor por la obra bien hecha, los detalles y el intento de dar lo mejor de sí mismos.

En realidad son aficionados pues no se dedican a la pintura como actividad principal, sino que es un complemento de otras actividades profesionales. No son pintores con una formación académica sino creadores autodidactas. Huyen del academicismo y no se dejan contaminar por el convencionalismo.

 Entieden el arte no como algo reflexivo y transcendente sino como reflejo de una tranquilidad interna, creando ambientes serenos y despreocupados.

Si todo arte, por definición, ofrece un lenguaje universal, el naif hace a este lenguaje más diáfano y directo, más puro y elemental, más cercano al sonido directo de las cosas, puesto que como señala Kadinsky: "es un cosmos de los seres espiritualmente activos".

Paciencia ejemplar en estos tiempos de prisas y sobresaltos, lo importante es el íntimo disfrute del pintor, que goza logrando hasta el pormenor más mínimo del detalle riguroso. Lleno de humanidad, de toda la humanidad en movimiento pacífico de buen talante: "pintura vivida para la vida viva".