jueves, 8 de diciembre de 2016

LADY MONTAGU

En 1762, un año después de su muerte, fueron publicadas las "Cartas desde Estambul" de Lady Mary Wortley Montagu y era el primer trabajo que llevaba su propio nombre (no un seudónimo).
Mary Montagu nació en Londres (1689) y era aristócrata, viajera y escritora. Su educación fue más bien autodidacta y leyó multitud de libros que iba encontrando en la nutrida biblioteca de su padre.
Siendo todavía muy joven, se atrevió a sacar a la luz ensayos y sátiras y asistía a las tertulias literarias que se organizaban en su casa. Fue muy amiga de Mary Astell, la primera feminista inglesa que luchó como ninguna por los Derechos de la Mujer.
Muy decidida y de fuerte personalidad, acompañó a su esposo a Turquía cuando fue nombrado Embajador en 1716. El fantástico viaje le abrió las puertas a una vida completamente desconocida y fue la primera mujer occidental que, gracias a su curiosidad y determinación, pudo acceder a los harenes otomanos.
Fue entonces cuando comenzó una apasionada correspondencia con amigos y familia contándoles lo que veía...

"Las mujeres turcas tienen más libertad que las inglesas y la religión musulmana no es muy distinta del cristianismo", les decía y en sus cartas les describía la vida que allí llevaba con todo lujo de detalles. Aprendió el idioma y adoptó la vestimenta turca, para identificarse con las mujeres de aquel país.
En 1718 volvió a Inglaterra y, aunque carecía de formación científica, llevó una cura contra la viruela a través de un método utilizado por los médicos árabes desde el siglo VI. Se inoculaba la viruela como profilaxis de esta enfermedad y ella misma hizo inocular a sus hijos enfrentándose a los prejuicios de los médicos conservadores y clérigos. En las tertulias literarias que seguía frecuentando pudo conocer a gente nueva y muy interesante, como al escritor francés Voltaire.

Pero el grado de libertad y autonomía que había llegado a conseguir le impidieron vivir encorsetada en un matrimonio axfisiante y decidió separarse en 1739. Viajó y residió en diferentes lugares de Europa y jamás dejó de escribir. Mayor y muy enferma, volvió a Londres y falleció en 1762.
Curiosamente, setenta años más tarde, en 1796, un doctor se interesó por sus trabajos y perfeccionó sus técnicas, pasando a la Historia como el descubridor de la viruela.
¿Nadie recordó la lucha de Mary?

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