lunes, 4 de mayo de 2020

FRANK LLOYD WRIGHT,

Frank Lloyd Wright nació en Wisconsin (EEUU) en 1867 y estudió en la universidad de esa ciudad unos cursos de ingeniería. En 1887 se trasladó a Chicago para trabajar en el estudio de arquitectura de Silsbee y más tarde se integró en el de Sullivan, donde colaboró en varias obras. Dos años más tarde se constuiría su propia casa (para vivir con su primera mujer y seis hijos) en Oak Park, cerca de Chicago, ampliándola después para crear allí su propio estudio. En 1901 publicó en la revista femenina Ladies Home Journal un artículo titulado "A home in a prairie town" (un hogar en la ciudad de la pradera), en el que describía una vivienda horizontal, de tejados bajos e inclinados, amplios ventanales apaisados y terrazas antepuestas y semiabiertas que se prolongaba en la extensión del paisaje. Tuvo tanto éxito que estuvo diez años construyendo viviendas unifamiliares con la tipología conocida como "Casas de la Pradera" (Prairie Houses).

La pradera - decía Wright - tiene una belleza única y debemos reconocer y acentuar esta belleza natural. La arquitectura puede cambiar la sociedad mejorando sus condicones de vida. Se oponía al hacinamiento de casas de las grandes urbes occidentales y entroncaba con la tradición constructiva de los pioneros americanos (chimenea central y porche de entrada), fundida con la tradición japonesa de espacios abiertos y transformables en el interior.

Inspirado por el llano y amplio paisaje del medio oeste, su estilo era el único propiamente americano, para lo que creó un término: "usonia". Se alejaba de los revivals historicistas de la época, de influencia europea, que poblaban las afueras (suburbs) de las ciudades y creó un modelo de casa genuinamente americano. La Robie House es la obra cúlmen, la que mejor resume las enseñanzas y logros del nuevo estilo. Fue construída en 1909 y dividió las estancias principales con la chimenea y escalera, creando en su interior una articulación única hasta ese momento; los grandes vuelos de los aleros conseguían que el exterior también formase parte del interior, enmarcándolo; las ventanas en esquina hacían desaparecer los pesados muros de las viviendas tradicionales. Desaparecía la idea de casa como refugio, como caja protectora, dando paso a una vivienda de disposición libre, que se abría al exterior.

El tratamiento de la luz en Las Casas de la Pradera era fundamental: lucernarios, ventanales y vidrieras participaban en la definición del interior y matizaban su relación con el exterior. La Escuela de la Pradera se desarrolló según la estética y los ideales del movimiento Arts&Crafts y compartía el uso de la fabricación artesanal y la reacción contra las nuevas técnicas de producción en masa, cuyos productos eran de menor calidad y alienaban a los trabajadores...

Encima de la chimenea de su casa-estudio se puede leer: "Verdad es vida, buen amigo. Alrededor de las piedras de esta chimenea no se dice ni una mala palabra de ninguna criatura".

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