domingo, 19 de abril de 2020

ÉTICA Y MORAL

La ética y la moral, a pesar de que son términos estrechamente relacionados, no son sinónimos, sino que hay importantes diferencias entre ellos, por eso no deberíamos confundirlos. La ética es una rama de la filosofía que estudia y sistematiza conceptos del bien y del mal, así como otros relacionados con ellos. Intenta definir de forma racional qué constituye un acto bueno o virtuoso, independientemente de la cultura en la que se enmarque. Los sistemás éticos (prescripciones con respecto a los patrones de conducta que deben seguir las personas) han sido generalmente propuestos desde la filosofía y la religión.

Se considera que la ética se originó en la época de la antigua Grecia; la filosofía de Platón y Aristóteles, así como el estoicismo o el epucureísmo, son algunas de las manifestaciones del uso de ese término. Durante la Edad Media, la ética cristiana predominó en occidente, expandiéndose por buena parte del mundo. Más adelante, filósofos como Descartes, Hume o Kant recuperarían las ideas de los maestros griegos y contribuirían de forma decisiva a la concepción de la ética de los siglos siguientes.

La moral es un conjunto de normas que rigen el compromiso de las personas que forman parte de una sociedad determinada, de modo que puedan contribuir al mantenimiento de la estabilidad y de la estructura social. Se suele relacionar la moral con la conformidad con las leyes explícitas e implicitas de un grupo social, que se transmiten a los individuos dentro del proceso de socialización al que se someten a lo largo de su desarrollo. En este sentido, la moral parte de las tradiciones y valores del contexto en que nos criamos.
La moral surgió como consecuencia natural de la organización de los seres humanos en grupos. Al hacerse las sociedades más complejas, las normas de interacción que las estructuraban se habrían transformado progresivamente en reglas morales y en leyes explícitas, especialmente con la aparición de la escritura.

Las religiones han tenido un gran peso histórico en el establecimiento de códigos morales. Mientras en occidente, el judaísmo y el cristianismo han determinado las normas sociales, en Asia lo han hecho el budismo y el confucianismo.

Estamos viviendo momentos en los que es preciso pensar, reflexionar y discernir y, para ello, nada como tener los conceptos claros. Tanto la ética como la moral son imprescindibles en la vida de un ser humano, a nivel personal y colectivo, y no debemos perder el norte. Somos personas conscientes y responsables y tenemos que pensar, sentir, decir y actuar con coherencia. Sólo así todo lo que estamos pasando con la pandemia será útil e instructivo para dar el salto cualitativo que la circunstancia nos exige a todos.

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