lunes, 6 de abril de 2020

CERVANTES ES ESPAÑOL


 ¿Cómo surge Cervantes? No se parece a ningún otro autor español, es único y distinto a todos los de su época y de cualquier época por su "cualidad" (calidad). No es que sea el mejor de todos, pues la vida humana no tiene escalafones ni jerarquías, pero él es distinto. No entra con los demás. Es, en cierto modo, inexplicable... no encaja en el conjunto de nuestra literatura, pero, al mismo tiempo, no puede ser más español. Yo no concibo a España sin él, pienso en España y hablo de Cervantes; es por tanto una clave española. Lo mismo que ocurrió con Velázquez o con Ortega y Gasset, se aloja en la realidad española que preexistía y presenta una novedad radical.

Las ideas que hay sobre España y los españoles no son muy adecuadas. Se cree que es un país conflictivo (el menos violento de toda Europa), incomprensible, irracional, ininteligible... pero no es así. España se puede entender si se le aplica una óptica adecuada. Es un país coherente y definido por un proyecto histórico que va cambiando con continuidad. Ha tratado con romanos, árabes y judíos. En el siglo XV se proyectó al Continente Americano y se produjo la Hispanización, algo que no se llevó a cabo como un trasplante sino como un injerto: el elemento vivo de la planta (cultura hispánica) se introdujo en otro elemento vivo (el Nuevo Mundo) y lo modificó produciendo más y mejores frutos. La Monarquía Hispánica Católica reinaba en los dos hemisferios. Ésta es la España de Cervantes.

La vida de una persona o de una nación es lo que se ha hecho, lo que no se ha hecho, lo que no ha podido hacer, lo que ha renunciado a hacer, lo que se ha frustrado... no es un línea, sino una arborescencia llena de ramificaciones con caminos que se empiezan o no, que son posibles o abandonamos...

"Español soy, soilo y soilo. Lo he sido desde que he nacido y después de ser muerto, ochenta siglos". Esta es la actitud de Cervantes fascinado por las señas de identidad de España: la libertad y el valor. Para él la libertad es fundamental y la frase que más repite en su obra - en verso como en prosa - es: "Tú mismo te has forjado tu aventura". En otros idiomas, el valor se entiende como valioso, pero el español lo hace como valiente porque si falta un poco de valor (de coraje) todos los demás valores se hunden.

A la libertad y al valor añade la belleza de las ciudades, de los paisajes, de la mujer... y el amor, del que está impregnado todo lo que hace, pues está fascinado por él y lo respeta al máximo; afirma que tiene tal fuerza que no se le puede contrariar y, el que lo hace, acaba en desgracia. Todas estas ideas son el núcleo esencial de su obra. Todo este entramado es Cervantes.

Nació en 1547. Primero fue soldado (Lepanto, Italia) y cuando iba a regresar a España intervino el azar y lo hicieron cautivo llevándolo a Argel (cinco años). Su proyecto permanente era la libertad y se pudo escapar gracias a ciertas ayudas y a su encanto personal (es el escritor más simpático de todos los tiempos). Cuando regresó a España la encontró muy distinta, pues había permanecido once años fuera de ella. No publicó nada durante veinte años y se dedicó a ser alcabacero, recaudador de contribuciones y proveedor de la Armada Invencible, recogiendo por los caminos de Andalucía y Castilla vino, trigo y aceite. Fue a la cárcel y conoció a gente de todo tipo y condición. Absorbía la realidad y absorbió a España como nadie y, al final, se puso a escribir...

Don Miguel no escribe literatura, sino que la lleva dentro y lo hace con una plenitud hasta entonces desconocida. "Eso" es lo que tiene Cervantes, lo que encontramos en su obra, que la hace única y universal.

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