martes, 28 de abril de 2020

THE GLASS HOUSE

Apenas perceptible desde el camino, la Casa de Cristal (The Glass House) se halla en un enclave de lujo en medio de un bosque y fue diseñada para ser casi invisible, algo que la llena de magia y encanto. La transparencia de su estructura está detrás de un muro de piedra en la propiedad del arquitecto Philip Johnson en Connecticut. Con vistas a un estanque original, se convirtió en el capricho de su diseñador, Philip, que adoraba el hogar colonial. El plano de la casa revela un espacio de vida bastante tradicional ya que - aunque no hay paredes - Johnson creó áreas como habitaciones; hay una cocina, comedor, cuarto de estar, dormitorio, sala con chimenea, baño y una entrada. Los lados exteriores de la casa son de acero pintando con carbón y vidrio.

Parte de la inspiración le vino de Farnsworth House, llevada a cabo por el arquitecto alemán Ties van der Rohe, quien diseñó varios de los muebles del apartamento que tenía Johnson en New York y que luego trasladó a la casa. Desde su construcción, en 1949, el edificio y la decoración no se han desviado de su diseño original. Siguiendo la máxima de Mies "less is more", fue construída con mínimos materiales, economía de elementos y  ausencia total de cualquier ornamento.

Johnson se graduó en Harvard en Historia y Filosofía en 1927; en 1940, después de haber trabajado como director del departamento de arquitectura del Museo de Arte Moderno de Nueva York y difundido el estilo internacional en diversas publicaciones y exposiciones, empezó a estudiar arquitectura en Harvard, de nuevo, con prestigiosos profesores como Walter Gropius o Marcel Brauer. Ayudó a Mies a establecerse en EEUU, trabajó con él y decidió hacerse su propia casa en New Canaan. Su proyecto fue polémico desde un principio, alabado por unos y criticado por otros, pero él sabía muy bien lo que quería y marcó un punto improtante en la búsqueda de la transparencia y la flexibilidad de la modernidad europea (una desmaterialización extrema).

La casa se ubica sobre un hermoso terreno en el que los árboles son la única barrera, hacen las veces de muro de colindancia capaz de detener la visión de los visitantes. Sin embargo, a pesar de que la transparencia del cristal hace de este espacio un volumen muy ligero, la casa se erige firme sobre la tierra.

No me extraña que esta idílica casa fuera el lugar de retiro de Philip Johnson, junto a su compañero de toda la vida, David Whitney, crítico de arte y la persona que le ayudó a diseñar el paisaje y gran parte del estilo. El proyecto fue importante y tuvo una gran influencia en la arquitectura moderna, pues es un ensayo de estructura mínima, geometría y proporción con los efectos de la transparencia y la reflexión. En 168 metros cuadrados, Johnson cambió para siempre los paradigmas de la arquitectura.

En 1979 recibió el primer Premio Pritzer, por ser una figura clave en la introducción de las vanguardias europeas dentro de la arquitectura norteamericana. David Bowie le nombraba en una de sus canciones y su Glass House fue designada como monumento histórico nacional en 1997. Ahora está abierta al público para visitas guiadas...

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